El fiasco de AstraZeneca dinamita el plan de vacunas
Caos en la UE: la Agencia Europea del Medicamento confirma que puede provocar trombos «inusuales» en casos «muy raros» Sanidad propone a las Comunidades usarla solo en personas de entre 60 y 65 años con la oposición de Madrid
Después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) confirmase ayer «posibles vínculos» entre la vacuna de AstraZeneca y los casos de trombos, el Ministerio de Sanidad acordó a última hora de la noche con las comunidades paralizar la vacunación en menores de 60 años con este fármaco. La nueva pauta fijada por Carolina Darias es emplearla únicamente en personas de entre 60 y 65 años. «Con la información disponible a fecha de hoy, y por principio de precaución, se recomienda utilizar la vacuna de AstraZeneca en personas a partir de los 60 años de edad. A partir de mañana continuaremos con la vacunación de AstraZeneca pero en personas mayores de 60 años», dijo ayer en rueda de prensa tras la reunión con el Consejo Interterritorial.
Hasta ahora este fármaco estaba reservado en España para la población menor de 65, pues no había suficiente evidencia científica de su efectividad en mayores. En principio se empleó en trabajadores de profesiones esenciales, como policías y docentes, menores de 55 años y más tarde se amplió el límite de edad hasta los 65 para toda la población. Ahora que se confirma que los problemas de coagulación son «un efecto secundario muy poco frecuente», España limitará su uso solo entre los que tienen de 60 a 65 años. Madrid, sin embargo, no está de acuerdo en la decisión. «No estamos de acuerdo en esta decisión porque no está basada en las conclusiones del Comité para la Evaluación de Riesgos (PRAC) de la EMA», señalaron fuentes del gobierno regional. En efecto, el comité de expertos de la agencia europea se reafirmó ayer en la «alta eficacia «de la vacuna para evitar la enfermedad, alegando que «sus beneficios superan a los riesgos».
Con esta nueva decisión, España se une así a países como Francia, Bélgica, Suecia, Finlandia y Canada, que ya decidieron días atrás cancelar su administración entre la población más joven. La razón es que el Comité de Farmacovigilancia Europeo (PRAC) ha identificado que estos eventos tromboembólicos se presentan mayoritariamente en mujeres de menos de 60 años y en las dos semanas posteriores a la administración de la primera dosis. Sin embargo, aclara, «no se han identificado factores de riesgo específicos para su aparición».
El PRAC concluyó ayer , tras estudiar los casos notificados de problemas de coagulación, que tras la administración de AstraZeneca pueden aparecer «muy raramente» trombosis en combinación con trombopenia así como trombosis de senos venosos cerebrales, en abdomen y trombosis arterial. No obstante, recalcó que la aparición de estos efectos secundarios «es muy poco frecuente» y que «los estudios con esta vacuna han mostrado su eficacia en la prevención de la trasmisión del virus y en reducir el riesgo de hospitalización y de muerte. En el Espacio Económico Europeo y en el Reino Unido solo se han identificado 62 casos de trombosis en senos venosos cerebrales y 22 de trombosis de venas esplácnicas, de los que 18 fallecieron, en más de 25 millones de personas vacunadas.
El comité de farmacovigilancia de la EMA recomienda a los ciudadanos vacunados con AstraZeneca buscar atención médica inmediata si se presentan los
siguientes síntomas: dificultad para respirar; dolor en el pecho; hinchazón o dolor en una pierna; dolor abdominal persistente; dolor de cabeza intenso y persistente o que empeora más de tres días después de la vacunación; visión borrosa o doble; múltiples hematomas pequeños; manchas rojizas o violaceas en la piel.
A última hora de la noche, la directora general de la Agencia Española de Medicamentos, María Jesús Lamas compareció en rueda de prensa junto a la ministra de Sanidad para llamar a la calma: «Las vacunas aprobadas y que están siendo utilizadas son eficaces y seguras; y están contribuyendo de una manera decisiva a disminuir el impacto de la covid-19». Y añadió que «el hecho de que se esté utilizando la vacuna de forma masiva hace que los efectos secundarios sean más visibles». «El PRAC asegura que el balance beneficio y riesgo de la vacuna sigue siendo favorable. Sin embargo, encuentra que estos efectos secundarios tienen un vínculo con la administración de la vacuna. Llegan a esta conclusión porque encuentran que el número de casos observados, a pesar de ser pequeño, es mayor que el esperado»