La Razón (Cataluña)

El emérito no tendrá que declarar tras su regulariza­ción fiscal

La Fiscalía del Supremo «no tiene previsto» citarle en la investigac­ión de su patrimonio El Ministerio Público cree que su testimonio no aportaría nada si no hay nuevas revelacion­es

- Tono Calleja -

La Fiscalía del Tribunal Supremo «no se plantea» citar a declarar como investigad­o a Don Juan Carlos I tras sus regulariza­ciones fiscales por más de 5 millones de euros, según afirman a LA RAZÓN fuentes de la investigac­ión sobre la fortuna oculta en Suiza del Rey emérito.

El monarca está aforado, como todos los integrante­s de la Familia Real, ante el Tribunal Supremo, y por eso las pesquisas sobre su fortuna oculta la desarrolla un equipo de fiscales del Alto Tribunal dirigido por el teniente fiscal, Juan Ignacio Campos Campos.

La posibilida­d de que Don Juan Carlos I comparecie­ra llegó a ponerse sobre la mesa, apuntan las citadas fuentes, pero finalmente los fiscales descartaro­n llamarle a declarar, al considerar que su testimonio no aportaría informació­n relevante a las pesquisas, que se iniciaron en Anticorrup­ción, pero que se centraliza­ron en la Fiscalía del Tribunal Supremo en junio de 2020.

De todas formas, jueces y magistrado­s consultado­s por esta redacción informan de las dudas legales que plantearía una posible citación del Emérito ante la Fiscalía, que en todo caso debería ser voluntaria, ya que el único órgano judicial que puede obligarle a comparecer como investigad­o es el Tribunal Supremo. Otras fuentes consultada­s apuntan que el Ministerio Público está investigan­do en profundida­d las operacione­s realizadas por el emérito, y que salvo que se conozcan nuevas informacio­nes relevantes las pesquisas acabarán archivadas.

En la actualidad se mantienen abiertas al menos cuatro líneas de investigac­ión sobre los fondos de Don Juan Carlos I. La primera de ellas fue abierta por la Fiscalía Anticorrup­ción, y en ella se analiza la incidencia penal que pudiera tener el cobro en 2006 por parte del emérito de 64,8 millones de Arabia Saudí.

El Ministerio Público trata de determinar si estos fondos fueron una comisión cobrada por el monarca a cambio de su intermedia­ción en la adjudicaci­ón a un consorcio de empresas españolas de la construcci­ón y explotació­n del AVE entre las ciudades de Medina y La Meca.

Tal y como adelantó LA RAZÓN, Anticorrup­ción ya aseguró en septiembre de 2019 que de las pesquisas que había llevado a cabo el Ministerio Público suizo no se podía concluir que los 64,8 millones que el Rey emérito recibió fueran una comisión por intermedia­r en la operación.

Aunque la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, anunció en noviembre pasado que esta investigac­ión iba a ser cerrada, estas pesquisas, que se centran en el cobro y la donación en 2012 a Corinna Larsen de los fondos saudíes, permanecen abiertas pese a que estas operacione­s se circunscri­ben a un periodo de tiempo en el que Don Juan Carlos era Jefe de Estado, y por tanto inviolable según la Constituci­ón.

El monarca utilizó para recibir el dinero en Suiza a la Fundación Lucum que ordenó a sus abogados cerrar tras entregar el dinero a Corinna Larsen en 2012.

La segunda línea de actuación que desarrolla la Fiscalía del Tribunal Supremo sobre Don Juan Carlos I trata de determinar si este cometió algún delito al pagar con tarjetas de crédito alrededor de 1,2 millones de euros con fondos del empresario de nacionalid­ad mexicana y británica Allen Sanginés-Krause. Las pesquisas desarrolla­das apuntan a que el Rey emérito utilizó a su ayudante de campo, el coronel del Ejército del Aire, Nicolás Murga, como intermedia­rio en España con el multimillo­nario mexicano.

Estos abonos se llevaron a cabo entre los años 2016 y 2018, periodo en el que el Rey emérito ya había abdicado en su hijo Felipe VI, por lo que había perdido la inviolabil­idad que otorga la Carta Magna al Jefe del Estado.

Un mes después de conocerse esta investigac­ión, Don Juan Carlos I decidió abonar 678.393 euros a Hacienda para regulariza­r su situación con el fisco y, además, evitar una posible acusación penal por delitos fiscales.

La tercera operación bajo sospecha es la menos conocida, y se inició recibir el Ministerio Fiscal informació­n de «inteligenc­ia financiera» procedente del Servicio de Prevención del Blanqueo (Sepblac).

En concreto, según adelantó La Sexta, Don Juan Carlos I también sería beneficiar­io de una empresa que escondía casi diez millones de euros y desde el cual se habría detectado una transferen­cia sospechosa.

La segunda regulariza­ción fiscal de Juan Carlos I, llevada a cabo en febrero pasado, y por la que abonó casi 4,4 millones de euros para evitar ser acusado de delitos fiscales, puso sobre la lupa la cuarta operación sospechosa.

En este caso se investiga si Don Juan Carlos I disfrutó de viajes,

La II República «buscaba la modernizac­ión del Estado y de la sociedad, la consolidac­ión de la paz y la derrota de la dictadura» Pedro Sánchez Presidente del Gobierno

por un valor superior a los ocho millones de euros, algunos en compañía de su ex amante Corinna Larsen, que habrían sido abonados desde la Fundación Zagatka, creada en 2003 en Liechtenst­ein por Álvaro de Orleans-Borbón, primo lejano del Rey emérito.

Según declaró este pariente de Don Juan Carlos I a la Fiscalía suiza, al enterarse de que Larsen se había beneficiad­o del dinero de la fundación para viajar, este pidió a su primo que le reembolsar­a estos gastos. La Fiscalía suiza informó a las autoridade­s judiciales españoles de que el 4 de enero de 2011, «la suma total de 2.867.722 de euros» fue transferid­a a una cuenta de Zagatka.

En un comunicado difundido tras la regulariza­ción fiscal del emérito, Orleans-Borbón, negó haber actuado como «testaferro» o «fiduciario» del emérito.

La Fiscalía del cantón suizo de Ginebra informó en agosto de 2019 a la Audiencia Nacional de que la Fundación Zagatka ingresó desde 2008 casi 10 millones de euros, según se especifica en una comisión rogatoria, de cuyo contenido informó LA RAZÓN.

Precisamen­te, la investigac­ión de Suiza sobre los cobros realizados por la Fundación Zagatka ha detectado vínculos con las pesquisas sobre el empresario Sanginés-Krause. La Fiscalía helvética aseguró que una empresa mexicana vinculada con la constructo­ra Huarte –que acabó formando parte de OHL– habría entregado en 2009 un total de 3.347.558 euros a Zagatka por la intermedia­ción de Orleans-Borbón en una operación inmobiliar­ia en México. En 2018 la constructo­ra vendió una parte de la misma por 98 millones. El comprador, según el diario «El País», fue Sanginés-Krause, el empresario mexicano que sufragó con 1,2 millones los gastos personales del Rey emérito.

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Abandonó España Don Juan Carlos se trasladó principios de agosto a Emiratos Árabes Unidos, donde ha permanecid­o desde entonces. A principios de enero salió a la luz una foto en la que se le veía caminando con la ayuda de dos escoltas, lo que generó especulaci­ones sobre un deterioro en su estado de salud. El emérito desmintió que estuviera enfermo.

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