Todos somos resilientes, tú necesario
Pedro Sánchez nos ha ofrecido la revolución hacia la modernidad sin movernos de casa, online, sin preocupaciones. Entronca esta nueva etapa de nuestra historia con la proclamación de la república, la Constitución y la entrada en la Unión Europea. Ni calle ni piolet. El Gobierno de Sánchez completa las estrellas de esa vía láctea de nuestra historia y abre la puerta del nuevo mundo . Solo tendremos que mirar al cielo y escuchar boquiabiertos cómo desgrana un Plan cargado de bondades y maná de Bruselas. Nunca salir de una crisis fue tan indoloro… ni siquiera un pinchazo, esa es otra. Pero, ¿cómo se ha gestado semejante prodigio preguntan los descreídos? Es la resiliencia amigos, ese cuento chamánico por el que somos capaces de adaptarnos y salir de las peores situaciones. Es el «lo que no te mata te hace fuerte» o el «lo que no mata engorda» de toda la vida pero tamizado por exquisitos fontaneros cargados de psicopolítica que saben que la pantalla lo aguanta todo.
Algún día proclamaremos un remedo de «Amanece que no es poco», eso de «todos somos resilientes pero tú eres necesario». En medio del éxtasis seguro que los hay buscando el concepto que aglutine otro saber popular, muy común en los azulejos de Talavera, «hoy es un día estupendo seguro que viene alguien y lo jode».
En todo plan España propone y Bruselas dispone. Suelen venir de vuelta los papeles con una condicionalidad acongojante. Se van a apurar los plazos de envío para que la respuesta no se filtre antes de las elecciones del 4 de mayo. Después habrá que ver cómo se reparten esos fondos, cómo rehacer el calendario de vacunas o cómo mantener la alarma para no caer en el «desmadre», que se dice ahora desde la izquierda.