La acrobacias de Eneas
Autor: Virgilio (versión de Paco Gámez). Director: José Luis Arellano. Intérpretes: Samy Khalil, Javier Ariano, Jota Haya, Marta G. Velilla... Circo Price, Madrid. Hasta el 17 de abril.
Prácticamente a la vez que «Ulloa» –el montaje que la compañía ha dedicado a Pardo Bazán–, La Joven ha estrenado en Madrid esta curiosa y compleja propuesta que hunde sus raíces en uno de los textos angulares de la literatura clásica occidental para extraer de él algunos de sus asuntos fundamentales y presentarlos hoy al espectador –especialmente a ese que empieza a abrirse al mundo de los adultos– con un renovado y multidisciplinar lenguaje. En la versión que firma Paco Gámez, esos asuntos prioritarios prioritarios son las dolorosas consecuencias de las guerras y los exterminios, la búsqueda de un destino propio y, por tanto, de un lugar en el mundo, y el amor como combustible necesario para recorrer esa difícil travesía. En cuanto a los lenguajes, el poema épico de Virgilio no solo se ha desbrozado,
La energía y el entusiasmo del joven elenco de actores, bailarines y artistas de circo
El afán por hacer amena la historia termina por simplificar su esencia
desbrozado, prosificado, resumido y actualizado para convertirse en una función condensada de teatro de texto, sino que además se ha nutrido en la dramaturgia y en la puesta en escena de la música, la danza y el circo. Sin embargo, la mixtura de géneros no llega a funcionar del todo. En primer lugar, porque estas distintas artes o disciplinas no se simultanean del todo en el transcurso de la epopeya, sino que más bien se suceden unas a otras, y eso hace que el ritmo se resienta. En segundo, porque ya el mero hecho de introducir lenguajes no discursivos en una obra tan monumental como esta obliga a reducir sus posibilidades argumentales y dramáticas (para que la función tenga una duración convencional) hasta dejar el relato, como aquí ocurre, casi en un esquema.