El refugio segoviano de Lucía Bosé, a la venta por 430.000 euros
La Casa Azul es una vivienda «en la que se respira arte», según se anuncia
Unas semanas después del primer aniversario de su muerte, los hijos de Lucía Bosé han decidido poner a la venta la casa que la matriarca tenía en Brieva (Segovia). El refugio personal de Lucía y el lugar de encuentro de uno de los clanes más famosos del panorama nacional puede adquirirse por 430.000 euros. Conocida popularmente como La Casa Azul, por el dominio de este color –el favorito de Lucía y con el que se tiñó décadas su pelo– tanto en las paredes como en el mobiliario, cuenta con 430 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 315.
Destaca un amplio y luminoso salón con un fresco en la pared del artista italiano Emilio Farina, gran amigo de Lucía, con el que en 1994 colaboró en el Museo de los Ángeles de Turégano (Segovia), un espacio que cerró por problemas económicos en 2007. Cuenta además con una chimenea frente a dos sofás que combinan a la perfección los dos colores favoritos de la madre de Miguel Bosé: el ya mencionado azul y el amarillo. Tal y como puede leerse en la inmobiliaria encargada de su venta, la marbellí Golden Estates, «dispone de seis amplios dormitorios, cuatro baños completos, un aseo de invitados. Gran vestidor, bonita buhardilla. Gran cocina equipada. Terraza de 35 metros en la parte delantera. Todo ello distribuido en tres plantas», una propiedad con suficiente espacio para acoger a su numerosa familia.
«Magnífica» casa rural
Según el anuncio publicado por la familia Bosé, es «única, original y exclusiva, donde se respira el arte y buen gusto de su anterior dueña». Además, también destacan que la propiedad, a la que califican de «magnífica», puede utilizarse como «residencia habitual, casa de vacaciones» e, incluso, podría ser «explotada como casa rural». El precio por metro cuadrado es de 1.024 euros, una cantidad dentro de la media de otras viviendas de Brieva.
A pesar del precio que podrían haber pedido los Bosé, la familia no ha añadido ningún plus por tratarse de una casa reconocida a nivel nacional. Eso sí, se hace una advertencia por parte de la inmobiliaria: «Abstenerse agencias y curiosos». Lucía, que eligió este municipio influida por una pareja de amigos artesanos italianos que residían allí, solía participar en las fiestas del pueblo y tenía relación con todos los vecinos, tal como recordó el que fuera el alcalde de Brieva, Nicolás Herranz, al conocerse su muerte el 23 de marzo de 2020. A día de hoy, siguen recordando a su peculiar vecina, quien siempre estaba dispuesta a ayudar a todo aquel que lo necesitase.
«Porque me gusta, porque es tranquilo, porque hay poca gente, porque es sanísimo», solía responder la actriz a aquellos que le preguntaban el por qué de haber elegido Brieva. Asimismo, aseguró durante una entrevista que su hijo Miguel quiso llevársela a vivir con él en numerosas ocasiones, pero su respuesta siempre era la misma: «¡Ni loca! ¡Yo no me muevo de aquí!». La propiedad, en la que la matriarca del clan vivía desde hacía más de dos décadas, cuando decidió dejar Somosaguas, se había convertido en un auténtico refugio para muchos personajes. Así, si en un principio era la casa en la que Lucía podía reunir a toda su familia y sentir el calor de los suyos, con el tiempo también se convirtió en un punto de reunión para sus grandes amistades. María Zurita era una de las asiduas en La Casa Azul, el remanso de paz y tranquilidad de Lucía. La propia prima del rey Felipe VI mostraba en su cuenta de Instagram las visitas que realizaba a la intérprete italiana en la localidad segoviana.
Esta semana, Miguel Bosé confesaba a Jordi Évole que La Casa Azul fue el lugar en el que Lucía pasó las últimas semanas de su longeva vida. Lo hizo acompañada por su cuidadora, Tuana Llorente, que estuvo junto a ella hasta su ingreso en el hospital de Segovia, donde falleció.