El Barça se vuelve a caer
Desde el parón de selecciones jugó con fuego... Y se la pegó contra el Granada. Visita al Valencia tocado
Mastica todavía con dificultades el Barcelona lo sucedido el pasado jueves, cuando el día destinado a ser el de la confirmación de la remontada se convirtió en el de la confirmación del desastre. La derrota contra el Granada pudo no ser, porque el equipo andaluz tiró dos veces a puerta y marcó dos goles, pero el Barça estaba sobre aviso. Desde el parón por selecciones, la gran noticia y el partidazo fue en la final de Copa contra un Athletic Club moribundo, tocado después de haber caído contra la Real dos semanas antes y hundido y sin fuerzas para hacer frente a los
azulgrana. Pero lo que decían los números en Liga, la cantidad de triunfos seguidos, no lo confirmaron las sensaciones. El primer encuentro después del parón fue contra el Valladolid, resuelto con un tanto en el último segundo de Dembélé. Después llegó el Clásico y la derrota, aunque esa vez el conjunto de Koeman fue de menos a más. Pero a partir de ahí, los partidos han sido como una repetición uno de otro: buen comienzo, buena primera parte, caída después y condenados a sufrir. Se salvó contra el Getafe con una goleada engañosa que llegó casi en el descuento, pues durante gran parte de la segunda mitad el duelo estuvo en un gol. Resistió contra un Villarreal que lo sometió toda la segunda parte pese a estar con diez hombres. Pero ante el Granada no encontró soluciones
soluciones cuando el duelo se puso cuesta arriba, lo que condena al Barcelona a un final de campeonato angustioso en el que se deciden muchas cosas, más allá de conseguir un doblete que hace un par de meses parecía impensable. Las conversaciones para la renovación de Messi han empezado y una caída brusca en estas últimas jornadas podría enrarecer el ambiente de nuevo y complicar la continuidad del «10», que pasó de estar fuera el pasado verano a sonreír durante este tramo último. Hasta el trabajo de Koeman se puede discutir en un club en una situación tan delicada que a la mínima se pone casi todo en entredicho.
El Barça ha hecho un esfuerzo encomiable para engancharse a una Liga que tenía perdida después de un arranque con demasiadas dudas, todavía afectados por el terremoto del burofax de Messi, el nefasto final del curso anterior y la conflictiva relación de la plantilla con el presidente Bartomeu, que acabó dimitiendo. Pero en el momento clave ha vuelto a temblar y algunos futbolistas como Pedri notan la fatiga, aunque el canario es de las mejores noticias del curso en el Camp Nou. Ni la resurrección de Griezmann y los goles de Messi han sido suficientes para arreglar los errores puntuales que condenaron al conjunto azulgrana al principio del campeonato y que han vuelto ahora.
Al equipo de Koeman le queda el consuelo de ver cómo sus competidores están también fundidos, salvo quizá el Sevilla, que viene desde atrás; pero ya no se puede permitir más tropiezos. Mestalla no se le da especialmente bien los últimos años: no gana desde 2017 y en las tres últimas visitas son dos empates (que en la situación en la que está ahora no le sirven) y una derrota. La ausencia de público minimizará el hecho de que Koeman juegue contra el Valencia, donde es enemigo pese a ganar la Copa allí en 2008. Un Koeman que verá el encuentro desde la grada y que ya avisó: «El partido con el Atlético no será importante si no ganamos los otros».