Estas son las necesidades médicas en la madurez

«En nuestro país tenemos alrededor de cuatro millones de menopáusicas que pueden sufrir síntomas vasomotores o sofocos por la falta de hormonas en el sistema límbico y que afecta al 70% de mujeres en esta etapa, síntomas de atrofia vulvovaginal y urinaria u osteoporosis», explica en un documento la Dra. Carmen Pingarrón, jefe de servicio de Ginecología y Oncoginecología del Hospital Quirónsalud San José y profesora asociada de la Universidad Europea de Madrid.

Los primeros, afectan al 70% de mujeres en esta etapa. En el caso de la atrofia vulvovaginal y urinaria, estos síntomas se deben a los cambios que se producen en las células vaginales por la falta de hormonas, ocasionando una disminución en las secreciones habituales y atrofia de los tejidos. Esto hace que en un 50% de mujeres las relaciones sexuales se vuelvan difíciles y dolorosas. Además, la atrofia uretral, junto con la debilitación del suelo pélvico, da paso a las incontinencias.

Ante esta realidad, es importante aportar soluciones preventivas y tratamientos entre los cuidados médicos destinados a la mujer madura, que incluyen dieta y ejercicio. Para el tratamiento de sofocos, si estos son leves se pueden administrar isoflavonas o derivados del polen, y en caso de moderados o importantes «debemos emplear la terapia hormonal sustitutiva, que además tienen efectos antirresortivos a nivel de hueso y aporta protección a nivel cardiovascular». En cuanto al Síndrome Genitourinario de la Menopausia, «si es leve, podemos recurrir a hidratantes o lubricantes, pero si es moderada o severa, debemos emplear tratamiento con estrógenos a nivel local, terapia hormonal sistémica si hay además sofocos». En cuanto a la osteoporosis, es importante hacer una buena historia clínica donde identifiquemos factores de riesgo y antecedentes familiares, y si es posible, hacer un examen de densidad mineral ósea.