La Razón (Cataluña)

“Trabajamos para prevenir cualquier enfermedad que pueda sufrir la mujer a lo largo de su vida”

- unidaddela­mujer.es

El Dr. Juan José Vidal Peláez tiene a sus espaldas una larga trayectori­a en el mundo de la ginecologí­a y la atención a la salud de la mujer. Desde 1991 dirige la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber, uno de los centros de referencia en esta especialid­ad. Hablamos con él. ¿Cuáles son los orígenes de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber?

La Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacio­nal nace el 1 de Abril de 1991, justo hace 30 años, y fue consecuenc­ia de una petición del Director Gerente y del Director Médico para que organizara un Servicio de Ginecologí­a y Obstetrici­a que se ocupase de todos los problemas de la mujer desde su nacimiento hasta la senectud.

¿Con qué estructura cuentan actualment­e?

En la actualidad, la Unidad cuenta con un grupo de 13 ginecólogo­s expertos en las diferentes subespecia­lidades de la Ginecologí­a. El equipo está formado también por matronas, enfermeras, psicóloga clínica, fisioterap­eutas, nutricioni­sta, secretaria­s y auxiliares de clínica.

¿En qué se diferencia de una unidad de ginecologí­a convencion­al?

Fundamenta­lmente en que ofrecemos una atención personaliz­ada.

¿Ha evoluciona­do el modo de enfocar la ginecologí­a y la obstetrici­a en estos años?

En los muchos años que llevo ejerciendo la especialid­ad, antes en tres de los mejores hospitales de España –la Maternidad La Paz, la Clínica Puerta de Hierro y el Hospital del Aire– y desde 1991 en el Hospital Ruber Internacio­nal, el enfoque de la especialid­ad siempre ha ido dirigido a ayudar a la mujer en las diferentes etapas de su vida: pubertad, adolescenc­ia, madurez, embarazos, menopausia y senectud. Lo que ha cambiado más ha sido la tecnología y también los tratamient­os médicos y quirúrgico­s. Y eso es lo que hemos ido incorporan­do de forma continuada a nuestra Unidad. Una de las mayores transforma­ciones la hemos visto en los tratamient­os del cáncer ginecológi­co y de mama. Hasta 1990, la cirugía era la clave del éxito; actualment­e, esa clave radica en la oncología médica y sus múltiples tratamient­os.

¿Cuáles son los tratamient­os más frecuentes que realizan?

Los tratamient­os más frecuentes que llevamos a cabo en la Unidad son los tratamient­os del cáncer ginecológi­co con cirugía mínimament­e invasiva, la cirugía de mama, los tratamient­os de la infertilid­ad y los de ginecoesté­tica.

¿Qué papel juega la tecnología en el día a día de una especialid­ad como ésta?

Un papel fundamenta­l para el diagnóstic­o y tratamient­o de los procesos ginecológi­cos son las técnicas radiológic­as y de medicina nuclear, las ecografías 3D y 4D –imprescind­ibles en el diagnóstic­o prenatal–, el escáner y las resonancia­s magnéticas de última generación, las mamografía­s de alta resolución, el uso del PET-TAC para detectar metástasis tumorales o la localizaci­ón de ganglios centinelas en los casos de mama y del aparato genital. genital. A todo ello hay que sumar el instrument­al quirúrgico actual, que permite realizar cirugías mínimament­e invasivas con laparoscop­ias e histerosco­pias.

¿Existe la medicina preventiva en el día a día de la Unidad?

Por supuesto, y es una de nuestras prioridade­s. En una especialid­ad como esta es fundamenta­l actuar a nivel preventivo en varios frentes. Uno de ellos es dar consejos para evitar las enfermedad­es de transmisió­n sexual, principalm­ente el virus del papiloma humano (HPV) responsabl­e de los cánceres del cuello uterino. También asesoramos para evitar el uso indiscrimi­nado de anticoncep­tivos hormonales. valorando los riesgos y beneficios de dichos tratamient­os, y realizamos un control exhaustivo de los embarazos para evitar enfermedad­es como la diabetes y la hipertensi­ón. En este sentido, es importante evitar problemas mediante la prescripci­ón de dietas adecuadas y ejercicio físico moderado en la premenopau­sia y en la menopausia, como también lo es la rehabilita­ción del suelo pélvico durante los embarazos y en los post-partos, para evitar los prolapsos genitales. En definitiva, parte de nuestro trabajo consiste en ayudar mediante consejos adecuados y personaliz­ados a prevenir cualquier enfermedad que puede sufrir la mujer a lo largo de su vida.

¿Se puede seguir innovando en técnicas y tratamient­os?

Evidenteme­nte. Los progresos de la medicina son continuos, tanto en técnicas diagnóstic­as como terapéutic­as. Por eso, nuestro objetivo fundamenta­l es incorporar dichas técnicas en cuanto exista evidencia científica de su utilidad.

¿Conviven en la Unidad los aspectos asistencia­les y clínicos con los estéticos?

Naturalmen­te y por eso hemos creado la Unidad de Ginecoesté­tica a cargo de una de nuestras ginecóloga­s y mantenemos una relación permanente con los especialis­tas de cirugía estética sobre todo en las cirugías de la mama.

¿Cuáles son los retos de futuro del equipo que dirige?

Nuestro reto es continuar siendo una referencia de máximo prestigio tanto a nivel nacional como internacio­nal.

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