Iván Duque cede ante la calle
El presidente de Colombia retira su reforma fiscal, que pretendía equilibrar las cuentas, tras las intensas protestas durante cuatro que han dejado varios muertos
Después de cuatro días de protestas y una persona muerta, según registro oficial del Ministerio de Defensa, el presidente de Colombia, Iván Duque, ha anunciado públicamente que solicitó al Congreso de su país retirar la reforma fiscal radicada el pasado 15 de abril y trabajar en el texto de otra propuesta que pueda estabilizar las cuentas del país, que sea «fruto de los consensos».
El mandatario reiteró que la reforma es necesaria para atender desequilibrios internos, dar tranquilidad a los mercados internacionales y ampliar las ayudas a la población vulnerable. «La reforma no es un capricho. Retirarla o no, no era la discusión, la verdadera discusión es poder garantizar la continuidad de programas sociales», dijo el presidente.
El anuncio ocurrió al mediodía de este domingo cuando ya se registraban nuevas protestas durante la jornada, siguiendo la conflictividad social que inició el miércoles con una marcha en Bogotá y se extendió por varias ciudades ciudades del país latinoamericano en medio de un paro nacional.
Jornadas de protesta que también resultaron en violencia. En Cali, la Red de Derechos Humanos Francisco Isaías informó haber recibido la denuncia de 14 personas asesinadas por disparos policiales, cuando el Ministerio de Defensa solo constató un fallecimiento.
Santiago Murillo, de 19 años, murió en Ibagué por una herida de arma de fuego. El disparo que le produjo la muerte y que lo impactó en el pecho, según testigos, familiares y amigos, salió del arma de fuego de un policía, en un lugar donde habían ocurrido disturbios y enfrentamientos con los uniformados.
En la mañana del domingo, el Inspector General de la Policía Nacional, Jorge Ramírez Aragón, señaló que la institución daría todo su apoyo para aclarar la muerte.
Otros abusos ya han sido reportados por distintas organizaciones, mientras que varias se unieron para señalar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos posibles violaciones a los DDHH cometidos por agentes del Estado, en el marco de un supuesto «tratamiento de guerra contra las manifestaciones».
La reforma fiscal que desató la ola de protestas populares buscaba recaudar más de 30.000 millones de dólares, pero ocasionó una subida en las tasas de interés de los bonos de deuda del país y una depreciación de la moneda nacional, el peso colombiano, en relación con el dólar de Estados Unidos.
El presidente Duque no informó sobre plazos para presentar otra reforma ante el Congreso, pero anunció que ya había dialogado con representantes de algunos partidos políticos, la sociedad civil, alcaldes y gobernadores.
Las protestas en Colombia ocurren en medio de una disminución en la calidad de vida en ese país. «Por el covid-19, la pobreza subió en el país (del 35,7 %) al 42,5 %», reveló esta semana Juan Daniel Oviedo, director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística.