El suceso que cambió el mundo
HaceHace hoy 40 años de un hecho que cambió la historia del mundo, abocado a una conflagración nuclear entre las dos superpotencias del momento, EEUU y la URSS. El 13 de mayo de 1981, el Papa S. Juan Pablo II sufría un intento de asesinato en la Plaza de San Pedro, a manos del terrorista Ali Agca. El pontífice afirmaría después que sobrevivió porque «una mano disparó el arma y otra mano maternal guió la bala…». Ingresado en el policlínico Gemelli, concluiría: «Tenía que producirse el atentado contra el Papa coincidiendo con la fiesta de la Virgen de Fátima, para que la Iglesia y el Papa miráramos a su mensaje... porque en los designios de la Providencia no hay meras coincidencias».
El Papa viajó a Fátima al año siguiente para dar gracias a la Virgen, y quiso cumplir con lo que pedía en el mensaje dado a los tres pastorinhos en 1917: el 25 de marzo de 1984, en unión con gran número de obispos y multitud de fieles, consagraba el mundo al Inmaculado Corazón de María en Roma, con íntima y especial referencia a Rusia. Sucesivamente y sin mediar siquiera un disparo, cayó el Muro de Berlín, el «Telón de Acero» y desapareció la URSS precisamente el día de la Inmaculada Concepción. Por último, la bandera roja –símbolo del comunismo ateo destinado a borrar todo rastro de cristianismo de la faz de la tierra– sería arriada del Kremlin el día de Navidad, conmemoración del nacimiento de Jesucristo. Quien quiera entender...
«“Una mano disparó el arma y otra mano maternal guio la bala…”»