Del «se le está poniendo cara de Rivera»...
La campaña del 4 de mayo, que ha marcado el clima de crispación en el Congreso de los Diputados durante semanas, tuvo ayer su colofón en forma de resaca electoral. La sesión de control al Gobierno supuso el primer rifirrafe entre el presidente y el líder de la oposición. El primero salió derrotado de la noche electoral, por la confrontación de su modelo de gestión de la pandemia con el de Díaz Ayuso; el segundo, suma una relevante victoria para su partido, aunque está por ver hasta qué punto le es computable a Pablo Casado. También el fin del estado de alarma estuvo muy presente en un cara a cara en el que Sánchez salió a la ofensiva e intentó vender su gestión, poniendo el foco en la recuperación y el buen rumbo de la campaña de vacunación. Dos pilares para que el Gobierno logre agotar la legislatura.
El presidente del Gobierno arrancó fuerte comparando a Casado con el ex líder de Ciudadanos. «Le miro y le escucho atentamente y la historia se repite. Se le está poniendo cara de Albert Rivera», le espetó Sánchez, que ha criticado que las urgencias del PP no son las de los españoles, porque «lo que necesita el país es estabilidad política, la recuperación económica justa y vacunar para llegar a la inmunidad de grupo». «El estado de alarma es el pasado y la vacunación es el futuro», reiteró el presidente. Sánchez presumió de su agenda para la recuperación y del cumplimiento de sus objetivos de vacunación. «Ayer logramos superar los 20 millones de vacunas administradas. Y la primera semana de junio serán 10 millones los vacunados con pauta completa», destacó, para apuntar: «Esta es la estrategia y la agenda del Gobierno». Una agenda que pretende desplegar hasta 2023.