«ESTOY AQUÍ PARA DEFENDER ( A SÁNCHEZ ) DE CADA PATADA QUE LE DES»
Uno,Uno, en su ingenuidad, creía que entre las funciones de la delegada del Gobierno en Madrid estaba la de mantener las necesarias relaciones de coordinación y cooperación de la Administración General del Estado y sus Organismos públicos con la de la Comunidad Autónoma y con las correspondientes Entidades Locales. Es decir, que si hay que enfrentarse a una pandemia, la señora González no debería trasladarle el marrón al Ejecutivo regional, sino tratar de coordinar una estrategia común, lo que, sin duda, redundaría en beneficio de los ciudadanos. Ahora bien, si de lo que se trata es de defender al señorito, hay que reconocer que la señora González lo hace estupendamente. El problema estriba en que esa defensa a ultranza del jefe lleve a la tentación de las profecías autocumplidas, entre ellas la de que Madrid, hoy la tumba del sanchismo, será una bomba vírica, en la feliz expresión de García Page. Porque de lo que trataba la reunión entre la señora González y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, no era para montar un remedo del duo Pimpinela, sino para tratar de las medidas de prevención a tomar con motivo de las próximas festividades de San Isidro. Y así, mientras la ministra de Sanidad, Carolina Darias, abronca a las comunidades porque no cierran el ocio nocturno ni aplican los toques de queda, el alcalde, que ve como los tribunales de Justicia no están por la labor de sancionar las limitaciones de los derechos ciudadanos sin un decreto ad hoc del Gobierno, se quejó del jefe de la señora González, aduciendo que había renunciado a establecer un plan jurídico alternativo al estado de alarma. Es lo que la señora González interpretó como una patada en las canillas, supongo, de Pedro Sánchez, le hizo saltar como un resorte y le llevó a acuñar una nueva expresión, «covid a la madrileña», que, sin duda, hará fortuna entre los admiradores izquierdistas de Ayuso, que no sólo son legión, sino que actúan como esos ateos que, para no creer en Dios, están todo el tiempo tratando de meterle el dedo en el ojo.