Luz verde al plan de reapertura nocturno
La Generalitat aprueba la hoja de ruta para la desescalada del sector. La mascarilla y la distancia de seguridad serán obligatorias en todo momento excepto para consumir en el interior de los locales
El ocio nocturno empieza a ver la luz al final del túnel. El Procicat, el comité que se encarga de tomar las medidas acerca de las restricciones sanitarias en Cataluña, ha redactado un plan de desescalada para el sector que permitirá su reapertura gradual. Tras el ensayo aprobado por la ciudad de Sitges para el 20 de mayo, y la posibilidad de que se realice una prueba piloto en Barcelona con 4.000 personas un día después, la Generalitat da ahora un paso adelante para empezar a contentar un sector muy molesto con la gestión.
El sector de la restauración nocturna es el único que no contaba con el plan de reapertura hasta el aprobado ayer. Esto parece haber cambiado, el «Plan Sectorial para la Reapertura del Ocio Nocturno» pondrá especial énfasis en que por mucho que se vuelva a abrir, la distancia de seguridad y la mascarilla deberán estar presentes en todo momento, excepto al consumir. La ventilación también es un punto clave en el plan, el Procicat recomienda que esta se produzca mínimo tres veces cada 10 minutos, además de ventilar todo el local dos horas antes de la apertura i una después del cierre.
El aforo, ha supuesto desde el inicio de la pandemia y las pequeñas reaperturas de algunos locales nocturnos un conflicto entre el sector y la Generalitat. En los últimos días, el sector había pedido poder abrir con un 50% de ocupación, pero se ha decidido que, con el aforo autorizado para cada local, se tenga que garantizar la distancia interpersonal de metro y medio. En el caso de los locales con más de 500 personas el control de acceso a los locales será obligatorio previa compra de la entrada.
La patronal del ocio nocturno por medio de su portavoz Joaquim Boadas, remarcó que las medidas principales son «arcaicas y desfasadas». Entre las críticas de los restauradores destacan la falta de registro digital pedida por el sector o la ausencia absoluta de tests para poder acceder a los locales. Además, la obligatoriedad de mantener la distáncia es, según Boadas «imposible de garantizar».
El plan quiere promover el pago con tarjeta para evitar el dinero en efectivo y los pedidos de consumiciones vía telemática. En cuanto a las temidas aglomeraciones por parte de las autoridades, la distancia de seguridad deberá cumplirse en todo momento en el exterior del local teniendo que indicar de manera visible las entradas y salidas. El contacto entre estas dos deberá estar separada y los locales deberán hacer todo lo posible para que los clientes cumplan con esta normativa.
Aunque se haya presentado el plan y existan varios ensayos o propuestas de este, la apertura del sector seguirá supeditada a la orden ministerial del Gobierno central. en este sentido, la portavoz del Govern, Meritxell Budó, recordó el lunes que este supone el principal impedimento para poder ejecutar un plan de desescalada. Ahora, una vez presentado se espera el visto bueno del ejecutivo español para tumbar la orden, aprobada en agosto y apoyada por todas las comunidades, y poder empezar la reapertura del ocio nocturno.
La Generalitat ha defendido en todo momento que la reapertura depende de la evolución de la pandemia, argumento que el ocio nocturno no ha acabado de comprender cuando el resto de los sectores han vuelto a abrir progresivamente con normalidad. Con el avance de la vacunación y la evolución positiva de los datos, el sector espera poder levantar la persiana.
El sector del ocio nocturno era el único que aún no disponía de una estrategia para volver a trabajar
Los locales deberán ventilar mínimo tres veces cada diez minutos para minimizar los riesgos de propagación interior