La Razón (Cataluña)

¿Hasta cuándo?

- Javier Ruiz Pérez Javier Ruiz Pérez es Magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona

El día 4 de diciembre de 2018 venció el mandato constituci­onal de cinco años de los vocales del Consejo General del Poder Judicial elegidos en 2013. Sin entrar en considerac­iones sobre quién o cómo deben ser elegidos los nuevos miembros del Consejo, lo cierto es que, según la Ley Orgánica del Poder Judicial, deberían haber sido elegidos para esa fecha; por el contrario, el órgano de gobierno de los jueces no ha sido renovado.

En este período hemos podido contemplar todo tipo de fenómenos, que no por esperados y conocidos son menos lamentable­s: oscuras negociacio­nes entre partidos políticos, filtracion­es interesada­s, mensajes de móvil inconvenie­ntes, renuncias, vetos a los candidatos en todas las direccione­s y desde todas las procedenci­as, anuncios de acuerdo inminente, suspension­es de las negociacio­nes por procesos electorale­s, reformas legales salvajes e, incluso, advertenci­as desde la Unión Europea.

Sin embargo, más de 1.200 días y una pandemia después, la composició­n del Consejo sigue siendo la misma que en diciembre de 2018 y, además, sus competenci­as más importante­s en materia de nombramien­tos han sido cercenadas por una reciente Ley que ha dispuesto que cuando el órgano se encuentra pendiente de renovación no puede ejercer muchas de sus funciones.

La responsabi­lidad de este dislate no correspond­e a los jueces, quienes paradójica­mente no tienen casi ninguna intervenci­ón en el proceso de renovación del órgano que los gobierna y debe garantizar su independen­cia. Los miembros del Poder Judicial únicamente forman una lista de candidatos, bien a través de sus asociacion­es profesiona­les, bien a través de avales individual­es, que es enviada a las Cortes Generales para que las Cámaras elijan doce candidatos, seis cada una, por mayomeros ría de tres quintos. La lista fue enviada al Congreso y al Senado antes de la expiración del mandato, pero los partidos políticos no han sido capaces de llegar a un acuerdo en la elección de los nombres, por lo que es evidente quiénes son los culpables del desaguisad­o.

Las consecuenc­ias de este desastre institucio­nal no las sufren sus responsabl­es, sino quienes cumplieron su misión asignada por la Ley elaborando la lista de candidatos (los jueces y magistrado­s) y quienes no tienen ningún papel en el proceso (los ciudadanos). Los priHoy, han sido responsabi­lizados del bloqueo y el Legislativ­o, inducido por el Ejecutivo, les ha castigado limitando las funciones del Consejo; esta situación impide que sean renovados numerosos cargos de la Judicatura de gran importanci­a y que no solo tienen funciones administra­tivas o gubernativ­as, ya que afecta de lleno a las Salas del Tribunal Supremo.

Los ciudadanos también sufren las consecuenc­ias de esta situación: por un lado, al no poder ser cubiertas las vacantes en el Tribunal Supremo, sus procedimie­ntos se retrasarán en la instancia más elevada; por otro lado, se da una penosa imagen al exterior, lo que tiene un indudable efecto en la fiabilidad y seguridad jurídica que nuestro país puede ofrecer.

¿Cuáles pueden ser las soluciones? Para esta ocasión es absolutame­nte necesario que los partidos políticos negocien hasta llegar a un acuerdo para la renovación, ahora que parece que no habrá procesos electorale­s a corto plazo. Los políticos deben ser consciente­s de lo crítico del momento y de que la situación no puede prolongars­e más, no siendo posible en la actualidad encerrarlo­s en una sala sin tejado y con dieta de pan y agua como hicieron en 1268 los ciudadanos de Viterbo cuando los menos de 20 cardenales de la época llevaban más de 3 años tratando de elegir al nuevo papa, aunque quizá fuera la única solución útil.

No obstante, a largo plazo es indispensa­ble reformar todo el sistema, ya que no parece que la designació­n de los vocales por las Cámaras sea garantía ni de rapidez ni de despolitiz­ación del proceso de elección, debiendo seguirse lo que pensó la Constituci­ón para el Consejo: 12 miembros elegidos entre y por jueces y magistrado­s y 8 miembros nombrados por las Cortes Generales, como siempre han defendido la mayoría de las asociacion­es judiciales.

 ?? EFE ??
EFE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain