«NOS VAMOS A MATAR»
RAFA VOLVIÓ A SUFRIR UNA ESPECTACULAR CAÍDA POR EL MAL ESTADO DE LA PISTA
NadalNadal repitió la imagen del partido de cuartos contra Zverev. Esta vez fue más peligroso para su salud, incluso. Corrió a por una pelota corta con ángulo que le había lanzado Djokovic durante el primer set de la final, resbaló y el pie se le quedó enganchado en la línea. Ganó el punto y se fue al suelo, rodando. El golpe, mal, pero bueno; el problema es que estaba cerca uno de los cajones de los jueces de silla con el que se podía haber golpeado en la cabeza. La reacción del español fue lógica, aunque nunca se le había visto así. Se levantó cabreado, haciendo gestos con los brazos y mientras iba a su banquillo para quitarse la ropa llena de arena, le dijo al juez de silla, Carlos Bernardes: «Un día nos vamos a matar».
El estado de la pista central del Foro Itálico ha recibido severas críticas de los jugadores durante el torneo. Los pequeños clavos que sujetan las líneas no estaban bien ajustados en algunas zonas de la pista y eso ha provocado más de una caída. Entre ellas, las dos de Nadal.
Al margen de la caída, Rafa terminó el torneo y la gira de tierra batida antes de París muy satisfecho: «En este último mes saco cosas positivas. He jugado cuatro torneos y lo he hecho sin ningún tipo de problema. Eso es lo principal para mí. El único partido realmente negativo fue el de Montecarlo ante Rublev. El resto de partidos he tenido buenos y malos encuentros, pero siempre en una línea positiva. He sabido afrontar algunos momentos críticos como aquí ante Shapovalov. He pasado muchas horas en la pista y eso es bueno. Obviamente tendré que ajustar un par de cosas más, pero aún tengo dos semanas más para prepararme Roland Garros».
El tour de Rafa antes de Roland Garros sirve para silenciar algunas críticas que surgieron en los últimos días. Sirva como ejemplo la de Boris Becker: «En el pasaporte de Nadal dice que en junio cumplirá 35 años y este año no lo he visto tan fuerte en tierra como el año pasado».
Monólogo de Swiatek
La final femenina tuvo muy poco que ver con la masculina. La polaca Iga Swiatek, número 15 del mundo, aplastó 6-0 y 6-0 a la checa Karolina Pliskova. Swiatek ganó el tercer título de su carrera, tras el Roland Garros del año pasado y la reciente
victoria en Adelaida, y desde hoy ocupa un lugar en el top 10 de la WTA. Pliskova, que disputaba su tercera final seguida en Roma y la número 30 de su carrera, cuajó su peor partido en mucho tiempo. Cometió 23 errores no forzados, seis dobles faltas, ganó 13 puntos y conectó sólo cinco golpes ganadores. El partido se resolvió en 46 minutos. Swiatek es la primera polaca que se corona en Roma y lo hizo tras anular dos bolas de partido contra Krejcikova, además de tener que jugar dos encuentro el sábado debido a la lluvia que cayó el viernes en el Foro Itálico.