La Razón (Cataluña)

Roca Rey alcanza el clímax entre milagros

El peruano corta dos orejas a uno de los Garcigrand­e, el hierro que más destacó en el mano a mano con Aguado, herido

- Rodrigo Carrasco

VISTALEGRE (Madrid).Séptima de la Feria de San Isidro. Se lidiaron toros de distintas ganaderías: Vegahermos­a(1º), Jandilla (2º), Garcigrand­e (3º y 4º) y Núñez del Cuvillo (5ºy 6º). El 1º, de poderosa arrancada; el 2º, noble; el 3º con calidad y fondo; el 4º, delicioso, al ralentí; el 5º, va y viene; el 6º, con entrega.

Roca Rey, de blanco y oro, entera (saludos); entera (dos orejas); estocada de efecto tardío (silencio)

Pablo Aguado, de azul rey y plata, pinchazo, aviso, media, aviso, dos descabello­s (silencio); entera (saludos); herido.

El primero y único de Vegahermos­a no mostró peligro aparente en el primer tercio, perdiendo las manos en varias ocasiones, pero fue en banderilla­s, donde no se esmeró en el primer encuentro, cuando sorprender­ía a Juan José Domínguez atropellán­dole violentame­nte. Pero después de arrollarle, ante la impotencia del resto de la cuadrilla el toro se celó con el banderille­ro y le volvió a alcanzar hasta en dos ocasiones, una de ellas brutal. El astado le enganchó por la chaquetill­a y lo mantuvo en el aire durante varios segundos. Roca tiraba desessin peradament­e de la cola del animal mientras presenciab­a la terrorífic­a imagen. Una paliza tremenda. El rehiletero, mientras era trasladado de urgencia, a la enfermería capitanead­a por Enrique Crespo, se llevaba las manos al pecho, temiéndono­s lo peor. Pero llegarían buenas noticias de la enfermería, la cornada no había afectado a vasos ni órganos vitales. Un verdadero milagro.

Roca sin querer entender lo sucedido como una advertenci­a se plantó en los medios citando a su oponente por estatuario­s. Regresaba la tauromaqui­a del peruano a Madrid dos años después, perder ni un atisbo de emoción y entrega, antes se había llevado el capote a la espalda por gaoneras, cambiando la trayectori­a del animal en el último suspiro haciendo temblar a la plaza. Las deficienci­as que el Vegahermos­a había mostrado en el capote desparecie­ron en la muleta, teniendo recorrido y regalando embestidas profundas. Roca dibujó alguna tanda sin apenas colocarse, como ejecutando un muletazo que no tenía fin, con absoluta ligazón.

Sin embargo, la faena del primero, condiciona­da por el terrorífic­o percance del banderille­ro de Roca no alcanzaría las cotas del tercero. En este Roca no reservó ni un ápice de su personalid­ad, tirando del tercero, del hierro de Garcigrand­e por ambos pitones, siendo especialme­nte bueno por el derecho. El peruano se expuso y se cruzó, recibiendo más de una mirada del Garcigrand­e, que no asustaría a Roca. La estocada entera le haría recibir dos aclamadas orejas, de mucho mayor peso que las de Luque el martes.

El pasado fin de semana la rivalidad entre ambos toreros había había vivido un primer encuentro, en Córdoba, pero lo de Vistalegre fue distinto. Desde el principio Aguado se resistió a perder la estela del limeño, apostando por quites de gran técnica y precisión. En su primero, del hierro de Jandilla, supo aprovechar las ventajas de su oponente y acabó construyen­do una faena sólida que quedaría sin premio, por culpa de los aceros. Se lió con el descabello.

Pero el sevillano protagoniz­aría uno de los momentos de lo que va de ciclo, con la sencillez y magia del torero sevillano. Un toro exquisito que embestía al ralentí y caminando, con el que Aguado se pudo lucir con verónicas interminab­les. Vistalegre se puso en pie.El diestro intentó apilcar este ritmo a la muleta, sin darse cuenta que la faena iba cayendo en intensidad y sin poder aprovechar las grandísima­s condicione­s del de Garcigrand­e que embestía humillando y con calidad.

Así llegaban al último «asalto» con Roca dominando en el apartado de trofeos y en la muleta, pudiendo más a sus toros, mientras Aguado solo habría brillado

con el capote, aunque las verónicas quedarán para la memoria. Pero llegaría el turno de los Núñez del Cuvillo, los que más desentonar­on de la gran corrida que llevábamos. Ni siquiera Roca podía provocar la embestidas al quinto. La tarde parecía haber alcanzado hace rato la cima de su clímax y venía la cuesta abajo. Los aficionado­s aprovechab­an para felicitar a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, pero también para hacerle alguna sugerencia, sugerencia, como recordarla que Las Ventas es plaza de temporada, animándola a que La Monumental recobre la normalidad lo antes posible. A un así el mundo del toro está agradecido a ella, no solo por su constante defensa a la tauromaqui­a públicamen­te como con su asistencia ayer a Vistalegre, sino también por las ayudas que ha anunciado para el campo bravo y la organizaci­ón del festival del 2 de mayo, destinado a recuperar el sector. Así el compromiso de Ayuso no es «postureo de callejón», sino una apuesta real por la cultura. De hecho, esta tarde de reivindica­ciones la inauguraba­n un grupo de representa­ntes de alumnos de la escuela taurina madrileña, que portaron una pancarta que rezaba «Nosotros también queremos ser toreros, como Roca Rey y Aguado».

Aguado no quería irse de vacío y se la jugó con un sexto que no regaló nada. Aún así el sevillano le consiguió robar varios muletazos de bella factura, aunque el toro no era de premio. Al entrar a matar fue alcanzado por el animal corneándol­o a la altura del muslo con tres trayectori­as.

 ?? CIPRIANO PASTRANO ?? Roca Rey por manoletina­s, ayer en el mano a mano con `Pablo Aguado en la séptima de San Isidro
CIPRIANO PASTRANO Roca Rey por manoletina­s, ayer en el mano a mano con `Pablo Aguado en la séptima de San Isidro
 ??  ?? Juan José Domínguez es atrapado por los pitones del primero
Juan José Domínguez es atrapado por los pitones del primero

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