La revolución «token» llega a España
Marketplace, el proyecto de BME seleccionado por el Sandbox regulatorio, es un ejemplo de la revolución que esta tecnología supondrá para el mundo financiero
Berta Ares, directora general de Bolsas y Mercados (BME) Inntech, lidera el proyecto Marketplace, que digitaliza la financiación de pymes y supone un gran salto en la captación de recursos de las empresas
Berta Ares es la cara de la innovación de Bolsas y Mercados Españoles (BME). Ingeniera de telecomunicaciones y madre de dos hijos adolescentes, está convencida del poder transformador de la tecnología, y siempre busca maneras innovadoras y muy prácticas de hacer las cosas. Cree que la clave del éxito es tener un buen equipo, echarle muchas ganas y no dejar de pasarlo bien ni de aprender. Trabaja en BME desde el año 2000 y ha desempeñado diferentes puestos de responsabilidad en distintos ámbitos. Actualmente, es directora general de BME Inntech y miembro del comité de dirección.
El proyecto Marketplace de BME, basado en la tecnología blockchain, consiste en la financiación de empresas a través de «tokens» y se encuentra entre los 18 seleccionados por el Sandbox regulatorio, un entorno de pruebas, aprobado el pasado mes de septiembre por unanimidad en el Congreso de los Diputados para facilitar la experimentación con proyectos de tecnología financiera para los que no está claro todavía cómo aplicar el marco regulatorio o que aún no cuentan con uno propio.
En este contexto, el Ministerio
Automatiza y agiliza procesos, da mayor seguridad a los inversores y aumenta el control de los supervisores
de Asuntos Económicos y Transformación Digital recibió entre el 13 de enero y el 23 de febrero un total de 67 solicitudes, de las que han sido seleccionados 18 proyectos, del que forma parte el de BME y que, durante dos años, estarán bajo vigilancia de los organismos supervisores, el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, sin estar sujetos a la legislación y regulación.
Marketplace es una plataforma alternativa de financiación que pretende ser un punto de encuentro entre las pequeñas y medianas empresas que buscan captar recursos y los inversores interesados en este tipo de compañías. Se plantea con un modelo abierto e integrador que contrasta con el sistema de silos en el que se lleva a cabo ahora esta financiación alternativa. Una nueva forma de obtener fondos, pero que también es disruptiva en la manera en la que se articula. Y es que la plataforma, que está basada en tecnología blockchain, emite «tokens» (representación de valor registrada electrónicamente) en Ethereum para facilitar las captación de recursos a través de préstamos participativos.
Proceso imparable
Ares considera que se trata de una revolución que promete transformar el mundo financiero. Blockchain y los «tokens» son un caso clarísimo de un modelo distinto, que facilita la transmisión de valor de una forma rápida, sencilla y segura. Esta tecnología permite representar y transaccionar cualquier cosa que nos imaginemos, y los casos de uso son innumerables. «Mediante la tecnología blockchain y los ‘‘smart contract’’ podemos representar cualquier tipo de activo y definir su comportamiento mediante reglas embebidas en el propio ‘‘token’’. Esto nos permite automatizar y agilizar procesos, dar mayor seguridad a inversores y emisores, y aumentar el control en tiempo real a supervisores. Obviamente, nos encontramos solo en el principio y asistiremos a evoluciones y cambios, pero el futuro está en esta línea», destaca Ares.
Estamos, pues, antes un proceso imparable que acaba de arrancar. Los expertos pronostican que asistiremos a una verdadera explosión de proyectos relacionados con las «security token» en un plazo no superior a dos años. «Aunque los proyectos existentes aún se están moviendo en espacios de pruebas, el estándar tecnológico existe y los reguladores están interesados, por lo que es cuestión de tiempo que comiencen a proliferar iniciativas de este tipo», indica Daniel Díez, profesor del Programa de Especialización Blockchain e Innovación Financiera del IEB.
Marketplace de BME no es el único proyecto de este tipo que ha sido seleccionado por Sandbox. El consorcio formado por Onyze, Renta 4, Allfunds e IoBuilders desarrollará una iniciativa de emisión y custodia de participaciones tokenizadas de un fondo de inversión. La idea también apuesta por la aplicación de la tecnología blockchain en la emisión, gestión y distribución de estos productos financieros, los cuales son tokenizados digitalmente para simplificar de esta forma su comercialización entre inversores. Desde Renta 4, destacan el potencial que tienen estos activos y el paso adelante que supone este proyecto.
William Mougayar definió en su libro «The business blockchain» el «token» como una unidad de valor que una organización crea para gobernar su modelo de negocio y dar más poder a los usuarios para interactuar con sus productos, al mismo tiempo que facilita la distribución y reparto de beneficios entre todos sus accionista.
Aunque el «token» guarda similitudes con el bitcoin, como es que tiene un valor aceptado por una comunidad y se fundamenta en la tecnología blockchain, también son varias sus diferencias. Bitcoin y es resto de las criptomonedas forman parte de lo que se conoce como «utility token», que se utilizan para ser transformado en un producto o servicio, y que están sujetas a una gran volatilidad (como se evidencia en los vaivenes a que se está viendo sometido bitcoin en los últimos días). A partir de ellas, surge un nuevo concepto, que es mucho más amplio, los «security token», que son los que están llamados a revolucionar el universo financiero. Y es que, en su caso, se puede tokenizar todo aquello que proceda de una compañía o genere ésta: sus acciones, su deuda e, incluso, aquellos activos que son menos líquidos, como los bienes inmuebles.
Los expertos pronostican una verdadera explosión del sector y de iniciativas de este tipo en un plazo de no más de dos años
Se puede tokenizar todo aquello que proceda de una compañía, como sus acciones, su deuda o sus bienes inmobiliarios
El «token» es la pieza fundamental sobre la que construir una economía digital, ayudando a democratizar la inversión
También los bancos centrales, como el BCE, están diseñando su arquitectura para lanzar sus propias monedas virtuales. Se trata de las «stablescoins», que se encuadrarían dentro de una tercera categoría, los «payment token», que son utilizados exclusivamente como forma de pago y que no están sometidos a la volatilidad del mercado que sufren los «utility». En el caso por ejemplo del euro digital, no es ninguna empresa quien la emite, sino el propio BCE y, por tanto, su valor está vinculado a la divisa común (1 euro digital= 1 euro físico). Por tanto, su única utilidad prevista es sustituir al dinero FIAT (fiduciario).
Y es que el token es la pieza fundamental sobre la que construir una economía digital del futuro más inmediato. Instituciones como World Economic Forum, Deloitte o Mackinsey prevén que hasta el 10% del Productos Interior Bruto (PIB) mundial se gestionará por medio de la tecnología blockchain en el periodo 2025-2027.
Inversión para todos
Hasta este momento, las aplicaciones de blockchain se reflejaban en dinero, pero, a partir de ahora, éstas se pueden llevar a nuevos tipos de propiedad. Daniel Díez considera que el «token» es una forma de democratizar las inversiones porque va a permitir fraccionar las mismas, simplificando los procedimientos, dando acceso a mucha más gente –especialmente generaciones más jóvenes–, y permitiendo los intercambios atómicos, es decir que, por ejemplo, una acción de una empresa se pueda transmitir directamente sin necesidad de pasar por un tercero. «Las empresas que están lanzando ‘‘tokens’’ al mercado, que no son criptodivisas, son una nueva vía de creación de comunidad, de nuevos modelos de negocio y de monetizar ‘‘feedback’’ útil para la toma de decisiones en las organizaciones», añade Daniel Díez.
La tokenización permite así impulsar la creación de nuevas economías, proporcionando los incentivos necesarios para su desarrollo. Por primera vez, existe un método de financiación que remunera a los creadores de contenido y protocolos para economías abiertas. «Previamente, los proyectos ‘‘Open Source’’ o con gran componente de comunidad debían financiarse con las donaciones de la misma o la comercialización de servicios añadidos.
Mediante el uso de ‘‘tokens’’ como mecanismo de recompensa, es posible lograr que aquellos adoptadores tempranos que han dotado de valor la plataforma sean quienes a su vez puedan monetizar gran parte de ese valor generado, de igual forma que históricamente las grandes empresas de tecnología han monetizado gran parte del valor generado y no quienes crearon los protocolos y herramientas sobre las cuales se han cimentado», agrega.
La revolución «token» ya está aquí, abriendo la puerta a un inmenso abanico de posibilidades en el mundo financiero.
En el periodo 2025-2027, hasta el 10% del PIB mundial se gestionará por medio de la tecnología blockchain