El ministro de Justicia pide ver la medida de gracia con «naturalidad»
El Gobierno vuelve a abrir la puerta al indulto a los presos del procés catalán. Si hace una semana fue la ministra de Defensa, Margarita Robles, la que reclamó «no demonizar» los indultos porque están en la Ley, ayer fue el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, quien pidió ver con «naturalidad» ese instrumento jurídico, que recordó, existe en nuestro ordenamiento desde 1978. Campo hizo estas declaraciones coincidiendo con el fin de la tramitación de la solicitud de esta medida de gracia y en medio debate tras la formación del gobierno en Cataluña.
El ministro pidió «serenidad», recordando que la tramitación se encuentra aún en el Tribunal Supremo, que debe recabar todos los informes requeridos y, una vez acumulados, enviar cada expediente expediente al Ministerio de Justicia, que hará su propuesta al Consejo de Ministros.
En este sentido, insistió en que los indultos se valorarán de forma individual, analizando el expediente concreto de cada penado, lo que abre la puerta a que pueda haber decisiones dispares.
Con estas declaraciones se confirma lo publicado por LA RAZÓN el pasado 12 de julio cuando se informó de que los indultos son un problema para el PSOE y para el «sanchismo». En Moncloa justifican incluso en Europa la necesidad de mover esta impopular ficha en el tablero nacional. «Nos está perjudicando porque en Europa no entienden que haya dirigentes políticos en la cárcel». Además, el Gobierno también tiene pendiente de tramitar la reforma de los delitos de sedición y de rebelión, que tiene como objeto rebajar la condena a los políticos que cumplen prisión por el golpe unilateral del 1-O.
No hay duda de que el Ejecutivo está preparando a la opinión pública para la comprensión de esta medida, que sea cual sea, generará controversia entre la ciudadanía.