Lukashenko no calculó bien el golpe
¿Hay algún periodista crítico o medio de comunicación en Bielorrusia en este momento? ¿Por qué el presidente Alexander Lukashenko ordenó arrestar al bloguero Protasevich?
Cerrar los medios de comunicación libres es la prioridad número uno para el régimen de Alexander Lukashenko, ya que los medios se están convirtiendo en una alternativa muy popular a las noticias estatales. La web independiente TUT.BY fue diezmado hace poco junto con todas las demás plataformas gratuitas que operan «online» desde el extranjero. El canal de noticias Nexta, del periodista detenido Roman Protasevich, ha ganado una enorme popularidad desde agosto de 2020, aumentando su audiencia hasta alcanzar varios millones de seguidores. Lukashenko se tomó la molestia de secuestrar el avión para demostrar su aparente control sobre los asuntos internos del país, reforzado por el apoyo ruso. Dudo que haya calculado las consecuencias de lo que podría implicar la respuesta internacional tras un incidente aéreo sin precedentes como éste.
¿Está la oposición de Bielorrusia derrotada por la represión del régimen? ¿Qué pasó después de las protestas de 2020?
Después de las controvertidas elecciones presidenciales de agosto de 2020, cientos de miles de bielorrusos salieron a las calles para protestar contra el fraude y el régimen de Alexander Lukashenko. Las posteriores acciones de las autoridades recurriendo a amenazas y violencia sin precedentes provocaron la ampliación de la movilización popular, que también fue asistida a través de plataformas digitales como Telegram, Golos, Bysol, etc. La resistencia continúa hasta el día de hoy, si bien ha adoptado formas más latentes en su estrategia para combatir al régimen. Debido a la represión del Ejecutivo contra la oposición, casi 40.000 civiles han sido detenidos, golpeados y torturados. Sin embargo, no hay vuelta atrás a la situación anterior.
¿Hasta qué punto respaldará Putin a su socio bielorruso?
El presidente Putin apoya a Lukashenko, pero nunca han sido amigos. Lo apoyará para evitar el contagio del cambio en su propio país. Al parecer, los cuatro civiles que dejaron el avión en Minsk eran de origen ruso, lo que sugiere la participación de los servicios rusos en la operación.