Fracasa el asalto de Moncloa a Indra: su elegido no tendrá poder
Murtra será presidente no ejecutivo y habrá dos consejeros delegados al frente
Abril-Martorell podría recibir una indemnización de hasta 6,1 millones de euros por su marcha forzada de la compañía
El Gobierno se ha quedado a medio camino en su asalto a la presidencia de Indra y ha recibido un severo correctivo por parte de los accionistas «rebeldes» de la firma tecnológica. La compañía, como quería Moncloa, tendrá como nuevo presidente a Marc Murtra, tal y como había propuesto la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) al consejo de administración. Pero su capacidad de maniobra será muy limitada porque carecerá de poderes ejecutivos. Según informó ayer en un hecho relevante a la Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNMV) la compañía, el consejo de Indra dio luz verde a este nombramiento nombramiento y a los de Ignacio Mataix Entero y Cristina Ruiz Ortega, responsables respectivamente de las divisiones de Transporte y Defensa y Minsait, como consejeros delegados con carácter solidario. Estos nombramientos tendrán que ser ratificados en la junta de accionistas de la compañía que, salvo convocatoria extraordinaria, se celebrará el 30 de junio.
Hasta ahora, Mataix y Ruiz Ortega realizaban labores de consejeros ejecutivos con amplios poderes en sus respectivas áreas. Sin embargo, según explican fuentes de la compañía, todos los pasos y decisiones importantes que tomaban debían contar con la aprobación de Fernando AbrilMartorell, que sí tenía poderes ejecutivos. Pero con la nueva esnicó tructura, serán Mataix y Ruiz Ortega los que lleven las riendas de la compañía al carecer Murtra de poder ejecutivo. De hecho, según asegura el hecho relevante, el consejo de Indra «ha constatado que la permanencia de los otros dos consejeros ejecutivos, quienes ya están a cargo, en sus respectivas responsabilidades, de las operaciones de la compañía; así como del director general corporativo, permite garantizar la continuidad de la gestión al máximo nivel, ejecutando el Plan Estratégico 2021-2023 aprobado por unanimidad por el consejo de administración el pasado mes de febrero».
Inquietud en los empleados
Con estos nombramientos, aunque el Gobierno logra su objetivo de desbancar a Abril-Martorell de la presidencia de la compañía, no consigue un control de la dirección de la misma al carecer Murtra de los poderes ejecutivos entregados a Mataix y Ruiz Ortega. En el seno de la compañía existía bastante temor a que, en caso de haber tenido suficiente capacidad de maniobra como para poder hacerlo, Murtra hubiera tenido la tentación de llenar el organigrama de la dirección de la empresa con «gente afín pero sin experiencia». Él mismo es visto con sospechas por el resto de miembros del consejo al margen de la SEPI –Corporación Alba, Banco Santander, Fidelity, Norges Bank y T Rowe Price Associates– como un hombre sin la capacidad para tomar el timón de la compañía por su mayor bagaje político que empresarial. Patrono de la Fundación La Caixa, Murtra ocupó cargos como el de jefe de gabinete del Ministerio de Industria Comercio y Turismo, en la época de Joan Clos (20062011) y el de responsable de Educación, Cultura, Deportes, Inmigración, Juventud, Cooperación Internacional y Participación en el Ayuntamiento de Barcelona.
El antecesor de Murta en la presidencia se despidió ayer de los trabajadores de Indra a través de una carta en la que les comuque comuque cesó como presidente en contra de su voluntad. «Quiero que sepáis también que este ha sido mi mayor reto profesional, que hubiera deseado completar esta etapa y concluir el apasionante desafío de consolidar nuestro liderazgo y convertir a Indra en uno de los grandes grupos europeos», asegura la misiva, a la que tuvo acceso LA RAZÓN. Fernando Abril-Martorell llegó a Indra en 2015 y potenció la apuesta digital y la internacionalización del grupo. En el campo digital, Indra adquirió Tecnocom y la firma de ciberseguridad SIA, entre otras. También se creó Minsait, la filial de servicios asociada a este ámbito.
Recientemente, Indra ha consolidado la coordinación de la parte española del nuevo sistema de combate aéreo de la UE (FCAS), en el que la industria española tendrá el mismo peso que la francesa y la alemana, uno de los grandes logros del directivo; y ha anunciado junto a Enaire el desarrollo de una constelación de nanosatélites para la gestión del tráfico aéreo.
En un comunicado posterior, la empresa destacó otros hitos como el saneamiento financiero y la fortaleza comercial, ya que la compañía cerró el primer trimestre con una cartera de pedidos récord. Asimismo, el texto también hace hincapié en el nuevo modelo de gobernanza implementado con «énfasis en la cultura del cumplimiento» y la renovación del equipo.
Según informaron a Efe varias fuentes, Fernando Abril-Martorell podría percibir una indemnización de hasta 6,1 millones de euros en total por su marcha en el caso de que cumpla el pacto de no concurrencia poscontractual por un periodo de un año, que le llevarían a percibir 2,3 millones el año que viene. En caso contrario, la indemnización sería de unos 3,8 millones. Esta cuantía proviene de la indemnización por extinción de contrato, que contempla una retribución de un año de anualidad –parte del cual se abonará con cargo al saldo acumulado a su favor en el Plan de Prejubilación y Ahorro a Largo Plazo (PPALP)–. Las fuentes calculan que por este concepto percibirá 3,1 millones de euros. A esto hay que sumar los 750.000 euros más que estiman que le corresponderán por no haberle avisado del despido con 3 meses de antelación.
En Indra había temor a que el nuevo primer ejecutivo tuviera poder para llevar a la empresa afines sin experiencia