«The Morning Show»: egos, focos y periodismo en la era del #MeToo
Jennifer Aniston, Steve Carell y Reese Witherspoon protagonizan el drama de Apple
Bill O’Reilly era el padre de EE UU. El veterano periodista, curtido en la sección de noticias de Fox, llevaba desde mediados de los 90 entrevistándose con los poderosos y tejiendo historias de interés desde las celebridades hasta los más necesitados. En 2017, una investigación de «The New York Times», en plena primera ola del #MeToo y con el cadáver mediático de Harvey Weinstein todavía fresco, revelaba que el presentador había abusado de su poder, sometiendo a empleadas a acoso con la connivencia de los altos cargos de la cadena y destapando que Roger Ailes, el presidente de la misma, llevaba años construyendo un clima de silencio sobre las violaciones en el trabajo.
Un turbio referente
El sonado caso, quizá más traumático aún que el de Weinstein por la buena reputación periodística de O’Reilly, es la obvia inspiración de «The Morning Show», la serie con la que Apple decidió empezar a tirar la casa por la ventana contratando a Jenifer Aniston, Steve Carrell y Reese Witherspoon. Los dos primeros son una pareja de presentadores del matinal líder de audiencias, mientras que la tercera es una reportera local, bastante aguerrida, que se vuelve viral por un vídeo en una manifestación cuando todo explota: el personaje de Carell, como O’Reilly, es acusado de crearse una especie de harén abusando de su peso y autoridad en la cadena. Rápidamente y antes de atender a las víctimas, el circo mediático comienza a buscar culpables más allá del presentador: ¿la empresa por permitirlo? ¿Los empleados por no denunciar? ¿El personaje de Aniston, que se mantuvo en silencio por no perder su posición de privilegio? Desde ese molde, la serie evoluciona hacia algo un poco más complejo: la intención narrativa de Jay Carson («House of Cards») y Kerry Ehrin («Friday Night Lights»), los creadores, huye de las posturas maniqueas que uno podría esperar con la ola de denuncia feminista todavía jarreando y prefiere chapotear en los grises. No se trata tanto de constatar lo obvio, la existencia de un club de hombres poderosos que hicieron lo que quisieron hasta cuando se lo permitieron, sino de hacer meridianos los pilares de dicha espiral del silencio.
A la sazón, machismo, capitalismo voraz y dependencia excesiva de los ritmos de trabajo que absorben a los empleados hasta no dejarles ser capaces de relacionarse más allá de él. «The Morning Show» es también una reflexión sobre el ego periodístico, su resonancia en la sociedad y, en un segundo plano, una llamada a la atención sobre la abrumadora capacidad del aparato mediático, a veces fangoso, para decidir qué es y qué no noticia, en muchas ocasiones sin calibrar todas las consecuencias que puede tener una decisión editorial.
PLATAFORMA: APPLE TV+