Primero Alaba y después...
La llegada de un nuevo entrenador no va a variar el plan del Real Madrid con los fichajes
Zidane no lo dijo el domingo, cuando perdió LaLiga pese a derrotar al Villarreal, pero tampoco ha tardado mucho en avisar de su salida y sus mensajes anteriores ya iban dejando pistas como migas de pan. Aunque el Real Madrid no se había movido, sabía que era una posibilidad tener que fichar un entrenador para que se hiciera cargo del equipo al volver de vacaciones.
Lo de encontrar míster va a ser el trabajo ahora, que se añade a lo que ya se está haciendo para renovar la plantilla y lograr que quien se siente en el banquillo tenga un equipo competitivo que llegue hasta donde no ha sido capaz de alcanzar este durante la temporada ya terminada. Falta dar un paso adelante, un pequeño impulso a una plantilla en la que, por otra parte, han aparecido nuevos jóvenes que suenan muy bien para armar un gran futuro si alguien confía en ellos.
Va a haber una cara nueva en el banquillo y también, por lo menos una, en el césped. El primero en llegar será Alaba, el central o lateral izquierdo o incluso medio centro del Bayern, que abandonó el conjunto alemán este verano porque se le acababa el contrato y está muy cerca de ser presentado por el Real Madrid. Es un defensa de 28 años, en una espléndida madurez y que tiene que revitalizar la zona de atrás blanca, donde quedan movimientos por hacer. Aún falta por resolver el asunto Sergio Ramos, que un día parece que está cerca de renovar y al día siguiente da la impresión de que se le agota el tiempo y se va a marchar. La comparación con el caso Alaba es evidente. El defensa del Bayern tuvo ofertas en cuanto dijo que quedaba libre. Sergio Ramos, sin Eurocopa, no tiene, por ahora, ofertas que mejoren lo que le ofrece el conjunto blanco.
El capitán puede esperar un mes, pero no más, mientras que el entrenador deberá llegar cuanto antes para ponerse al mando y empezar a trabajar, tanto en la plantilla, como en el resto de asuntos. Tiene que conocer Valdebebas, Valdebebas, ordenar el trabajo, hablar con los futbolistas...
La pretemporada del Real Madrid va a ser muy casera, sin viajes internacionales porque el coronavirus aún impide que se celebren los famosos torneos de verano. El primer equipo se preparará en Valdebebas y sólo se va a mover para los partidos amistosos amistosos que se disputen. Ya están cerrados contra el Bayern y contra el Inter, campeones de las ligas en Alemania e Italia, y el resto está por ver.
No hay tampoco fecha de regreso de las vacaciones, aunque será a mediados de julio, ya con el entrenador contratado. Por eso es lo que más prisa corre.
Pero la paciencia va a ser una virtud en los otros movimientos que haga el Real Madrid durante todo este mercado. Sólo con tiempo se puede llevar a cabo la planificación que pretende el club.
Sólo con paciencia se puede afrontar el fichaje de Mbappé, porque el PSG no lo está poniendo nada fácil, al menos públicamente. El futbolista y el Real Madrid juegan la carta de que si no se va ni renueva este verano, en enero de 2022, como Alaba, Mbappé puede negociar con quien quiera y llegar libre. ¿Está dispuesto el PSG a eso?, ¿está dispuesto Mbappé a vivir un año de más o menos incertidumbre?
En el Madrid esperan que no haga falta, pero si Mbappé no termina de salir, Haaland se convertiría en el objetivo principal del club para encabezar el nuevo proyecto y que el entrenador tenga una figura en torno a la que construir. A veces en el club consideran que la voz de la plantilla tiene un peso exagerado en algunas decisiones que se toman y que, aunque la salida de Zidane no sea una buena noticia, una nueva voz y un nuevo referente joven e indiscutible en el banquillo tiene que servir para tirar de todos.