Carmelo Sanz

1. ¿Es viable establecer un pago por uso de autovías como ha propuesto el Gobierno?

Puede ser viable, pero desde el RACE creemos que es injusto. Nuestra oposición a esta medida se debe, entre otras cosas, a que consideramos que se quiere aplicar un impuesto que ya se está pagando. Sería pagar dos veces por un mismo concepto.

Los conductores aportamos, aproximadamente, más de 30.000 millones de euros anuales a las arcas del Estado a través de tasas y de impuestos directos e indirectos, montante que debería destinarse, por ejemplo, a la conservación y mantenimiento de las carreteras secundarias.

2. ¿Qué cambios provocaría en la forma de desplazamientos el establecimiento de este peaje?

Según las encuestas que hemos elaborado desde el Observatorio RACE de conductores, tres de cada cuatro automovilistas no están dispuestos a pagar por el uso de las autopistas y autovías, y mucho menos, si el peaje se extiende a las carreteras regionales.

De hecho, en caso de que esta medida se lleve a cabo, más del 80% nos asegura que buscará otras alternativas, como las carreteras secundarias, lo que supone circular por vías más peligrosas por el déficit de mantenimiento que estas tienen.

3. ¿Podría afectar esta medida a la seguridad vial?

Sin duda que afectará. La alternativa a las autovías y autopistas serán las vías secundarias, lugar donde se producen el 78% de los accidentes mortales.

Pero además la situación se agrava si unimos la falta de mantenimiento en estas vías, con un parque de automóviles con más de 12 años de antigüedad. La combinación es de las más peligrosas para la seguridad vial. Desde el RACE y desde muchas asociaciones trabajamos para reducir las cifras de siniestralidad y las autoridades deberían pensar más en esto que en recaudar a costa de los automovilistas.