Alemania admite su genocidio en Namibia
Berlín invertirá 1.100 millones de euros en el país africano como compensación
A principios del siglo XX, las tropas coloniales alemanas asesinaron a decenas de miles de miembros de las etnias hereros y namas en lo que entonces se conocía como el África del Suroeste alemana, ahora Namibia. Los historiadores historiadores aún se refieren a estas atrocidades como «el primer genocidio del siglo XX». Ayer, más de cien años después de esos crímenes y después de cinco de negociaciones, Alemania reconoció el exterminio e informó que destinará 1.100 millones de euros para el desarrollo económico del país africano. «Estoy contento y agradecido de que haya sido posible lograr un entendimiento con Namibia sobre el capítulo más oscuro de nuestra historia común», dijo el ministro de Exteriores, Heiko Maas, que calificó de «gran éxito» dicho acuerdo.
El Imperio Alemán fue una potencia colonial en lo que ahora es Namibia desde 1884 hasta 1915 y reprimió brutalmente las rebeliones. Los historiadores calculan que entre 1904 y 1908 tropas del emperador alemán Guillermo II masacraron aproximadamente a unos 65.000 de los 80.000 hereros y al menos 10.000 de los 20.000 Namas fueron asesinados, después de que se alzaran contra el dominio colonial. El plan de exterminio sistemático de hombres, mujeres y niños –por las armas, a través del abandono en el desierto o el internamiento en campos de concentración– prefiguró otras limpiezas étnicas del siglo XX. Tras casi seis años de negociaciones, las delegaciones de ambos países llegaron a un acuerdo y ahora Alemania también quiere pedir oficialmente perdón por los crímenes. En el comunicado el ministro añadió que el objetivo de las negociaciones era encontrar un «camino común» hacia una «verdadera reconciliación en la memoria de las víctimas», ya que las relaciones bilaterales estaban lastradas «desde hacía tiempo». «A la luz de la responsabilidad histórica y moral de Alemania, pediremos perdón a Namibia y los descendientes de las víctimas», agregó el jefe de la diplomacia alemana. El presidente federal, Frank Walter Steinmeier, presentará una solicitud oficial de perdón en una ceremonia en el Parlamento de Namibia.
Maas señaló que el «reconocimiento de la culpa» y la «petición de perdón» es un «paso importante», aunque se dijo consciente de que una reconciliación verdadera «no se puede decretar», como tampoco a raíz de este acuerdo se puede dar el asunto por zanjado. Revisar los delitos cometidos de esta forma contribuirá, no obstante, a construir de forma conjunta el futuro, afirmó.
Los representantes de los herero y los nama, que estuvieron en contacto estrecho con el negociador namibio, exigían indemnizaciones individuales, a lo que Berlín se negó desde el principio. Esto imposibilitó durante un tiempo el acuerdo. El Gobierno alemán abogaba a cambio por diseñar un programa de inversiones en las tierras que tradicionalmente habitaban estas dos etnias y que nunca se recuperaron totalmente tras el dominio colonial alemán. Berlín no quiso que se emplease el término reparaciones por crímenes de guerra, pues eso podía abrir la puerta a una cadena de demandas individuales. Buscaba cerrar la derivada económica de este asunto con el acuerdo intergubernamental.
El Gobierno de Namibia acogió con satisfacción el reconocimiento de los crímenes alemanes. «El reconocimiento de Alemania de que se ha cometido un genocidio es el primer paso en la dirección correcta», aseguraron. Mientras, las críticas al acuerdo con Alemania llovieron desde las filas de la oposición namibia. Un representante del Movimiento Democrático Popular (PDM) habló de un «insulto» a Namibia.
A principios del siglo XX, las tropas coloniales asesinaron a decenas de miles de personas de las etnias hereros y namas