Reconcentrado y lírico piano
Obras de Schubert y Brahms. Piano: Arcadi Volodos. Fundación Scherzo. Auditorio Nacional. Madrid, 25-V-2021.
A este pianista ruso con lazos en España –completó su formación en la Escuela Reina Sofía– lo vemos con cierta frecuencia y todavía recordamos su visita en 2013 a este ciclo. En su nueva visita Volodos ha exhibido de nuevo sus credenciales y su mirada hacia adentro que muestra una formidable variedad de registros. Por debajo de la severa apariencia corre una turbulenta emoción que se despliega con contundencia y, curiosamente, mucho orden, lo que permite que sus versiones aparezcan construidas con propiedad. Junto a su magnífica pegada, a su justeza y exactitud de reproducción, a su infalible control y sabia regulación de intensidades, descubrimos en el pianista otras cualidades de signo más interior, más íntimo, más efusivo, que nos conducen a los arcanos más entrañables del clasicismo o el primer romanticismo. Así fue con «Sonata en Sol mayor D 894» de Schubert, el primer y fundamental tema, un complejo armónico de increíble belleza pórtico de una interpretación reconcentrada y profunda. Casi 50 minutos de música maravillosa en sus menores detalles. El liederístico «Andante» fue tocado con un lirismo de altos vuelos y el danzable «Menuetto» tuvo una reproducción elegante. Las seis piezas de la «op. 118» de Brahms tienen miga, cada una en su estilo, y dan oportunidad al intérprete para profundizar en las sorprendentes soluciones armónicas y para exhibir un especial sentido del claroscuro. Volodos alcanzó el cénit en las dos últimas: «Romanza», calma y serena, un «Andante» expresado con un canto lírico conmovedor, e «Intermezzo», «Andante» asimismo, una magistral meditación que preconiza el piano de Debussy.