Imputados dos mossos por la pérdida de un ojo en las protestas por Pablo Hasel
El juez acepta la querella interpuesta por la acusación particular
El juzgado de instrucción número 1 de Barcelona ha admitido a trámite la querella de la acusación popular para investigar dos escopeteros de los Mossos por el disparo con un proyectil de foam que vació un ojo a una joven durante las protestas por el encarcelamiento de Pablo Hasel. El juez ha citado el próximo 14 de junio a los dos agentes, una testigo y la víctima para que declaren sobre los hechos. De esta manera, el juez citó a declarar como imputados para el próximo 14 de junio a los dos escopeteros.
Tanto la herida, una joven de 19 años, como el colectivo Iridia de derechos humanos presentaron una querella para esclarecer el asunto. El titular del juzgado las admitió, con el aval de la fiscalía, y citó ahora a los dos agentes agentes que participaron en el operativo como investigados por un presunto delito de lesiones con «el agravante de prevalencia de carácter público». Antes declarara la víctima y un testigo.
En este sentido, el juez tiene en su poder un informe elaborado por la policía catalana y en el que se identifica los mossos que intervinieron para dispersar la concentración en la Vía Augusta de Barcelona, donde se produjo el lanzamiento de proyectiles y la joven resultó lesionada.
En este documento, según admite el mismo auto del juez en que cita a los dos agentes, se detalla las comunicaciones vía emisora del dispositivo policial del día y la franja horaria en que ocurrió el suceso, así como la búsqueda por parte de la policial científica de muestras biológicas para el estudio del ADN. Los querellantes consideran que un agente se encontraba el 16 de febrero en el cruce de las calles de Bosch y Via Augusta, y que fue el responsable del disparo mientras que el mando se encontraba también en el lugar y «autorizó, ordenar o en su caso no impedir ni supervisar diligentemente el uso de los proyectiles de ‘foam’ que se estaba llevando a cabo de forma antirreglamentaria y contraria al más elemental sentido común».
En concreto, la querella sostiene que no se realizó un uso correcto del arma de precisión, puesto que el protocolo de Mossos d’Esquadra establece que los disparos con proyectiles de foam no deben ir más arriba del abdomen.
Gracias a las imágenes de los periodistas que cubrían las protestas, los querellantes han podido identificar a dos escopeteros de la policía autonómica como posibles autores del disparo, por lo que piden una pericial con el fin de esclarecer cual de ellos fue el autor.
El entonces conseller de Interior, Miquel Sàmper, afirmó cuando se presentó la querella que deberá ser el juez quien decida si hubo un mal uso del proyectil de precisión y ha aclarado que, incluso si la justicia no lo apreciara, la víctima también podría ser resarcida por la administración catalana por los daños sufridos.
La Audiencia de Lleida ratificó recientemente, en una sentencia de apelación, la condena de seis meses de cárcel al rapero, por un delito de lesiones por agredir a un periodista de TV3 en una rueda de prensa en el Rectorado de la Universitat de Lleida (UdL), ocupado por estudiantes y personas que no estudiaban en junio de 2016.
La sentencia confirma íntegramente la dictada por el Juzgado de lo Penal número 1 de Lleida del marzo de 2020 por la que impone a Hasel, encarcelado en Lleida por una sentencia de la Audiencia Nacional por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona, una multa de 18 meses con cuota día de 10 euros y el pago de una indemnización al periodista lesionado de 12.150 euros, ha informado la Fiscalía de Lleida en un comunicado.
La Audiencia de Lleida condena a cada uno de otros tres condenados por un delito de coacciones a pagar una multa de 18 meses con cuota día de 10. El rapero fue detenido en febrero de este año, tal y como ordenó la Audiencia Nacional, después de que se negase a entrar por su propio pie en prisión. La detención provocó graves altercados.
Los querellantes creen que pudo ser un agente que se encontraba en el cruce de las calles de Bosch y Via Augusta