La ex senadora de Podemos dice que los sobresueldos «eran vox populi»
Insiste ante el juez en que la gerente no podía aprobar ningún complemento
La ex senadora de Podemos Celia Cánovas aseguró ayer ante el juez del «caso Neurona», Juan José Escalonilla –que investiga la supuesta financiación irregular de la formación morada– que «en Podemos era vox populi que se cobraban sobresueldos».
En su declaración como testigo –a la que Podemos se opuso sin éxito hasta el último momento y que se llevó a cabo sin la presencia de la Fiscalía–, Cánovas mantuvo asimismo que la «caja de solidaridad» del partido se creó «de forma oscura» para «desviar las donaciones».
Asimismo, insistió en que, con los estatutos en la mano, la gerente del partido, Rocío Val, no tenía competencias para aprobar los complementos salariales que investiga el juez Juan José Escalonilla –y de los que ella misma se benefició junto, entre otros, al tesorero de Podemos Daniel de Frutos–. Ambos están imputados en esta causa por administración desleal. «Yo sé que había sobresueldos, pero a nosotros no nos informaban de nada», se quejó.
El abogado de Podemos, sin embargo, defendió que Val estaba habilitada para aprobar esos complementos retributivos porque la dirección del partido le facultó para ello mediante un acta notarial de la que la testigo dijo no saber nada.
Ante la insistencia del letrado, Cánovas replicó, según fuentes jurídicas: «No hace falta ser abogado. Los estatutos dicen lo que dicen y no facultan a la gerente para aprobarlos». Y es que durante su declaración hizo hincapié en que esos complementos salariales (en este caso de coordinación ejecutiva) «deben estar incluidos en el correspondiente presupuestos y tienen que ser aprobados por el Consejo Ciudadano Estatal».
De hecho, en una resolución del pasado lunes el juez Escalonilla ha vuelto a reclamar a Podemos el informe sobre ejecución de presupuesto de 2019 presentado por el Consejo de Coordinación al Concejo Ciudadano Estatal.
Cánovas, que ejerce la acusación particular en la causa, denunció que la formación «infló» una donación suya de 3.000 euros a la «caja de solidaridad» girándole posteriormente un recibo por un total de 5.000 euros.
Sin embargo, ayer precisó que sí abonó al partido 5.000 euros en donaciones en el primer trimestre de 2018 –antes de que decidiera dejar de efectuar esas aportaciones–, pero añadió que en esa cantidad incluyó el pago de recibos atrasados del año anterior, por lo que pensó que el partido no se los imputaría a ese ejercicio. Finalmente, Podemos sí incluyó todo ese montante como aportaciones de 2018, por lo que la testigo admitió su confusión y dio por bueno que la formación le giró los recibos por las cantidades efectivamente desembolsadas.
Pero, en todo caso, para la ex senadora de Podemos lo verdaderamente relevante –según explicó a las puertas de los juzgados– es que «se esclarezca si se ha podido desviar dinero con fines fraudulentos» a través de esa «caja de solidaridad» (a la que los cargos del partido aportaban parte de su sueldo para «fines sociales»).
«Después de todo lo que me han hecho pasar, quiero saber cuál era el destino del dinero», recalcó Cánovas, quien señaló que Podemos «ha puesto muchos problemas a que yo esté aquí».
La defensa de la formación morada, sin embargo, restó trascendencia a su declaración, cuya utilidad ya había cuestionado ante el juez con el apoyo de la Fiscalía, que instó al instructor
Afirma en su declaración como testigo que la «caja de solidaridad» se creó «de forma oscura» para «desviar las donaciones»
a precisar sobre qué hechos iba a testificar.
El abogado de Podemos, Gorka Vellé, aseguró a los periodistas tras la testifical que su testimonio no aporta «absolutamente nada a la causa».
Por su parte, la letrada de Vox, que ejerce la acusación popular, puso de relieve que Cánovas manifestó que tenía «un desconocimiento absoluto de dónde iban destinados los fondos que ella y otros miembros del partido donaban de sus sueldos» y que desconoce «dónde fueron destinados los fondos que aportó» a esa «caja de solidaridad».
Podemos llegó a reprochar al juez que con diligencias como ésta estaba llevando a cabo una «auditoría» contra el partido y sus dirigentes.
«Después de todo lo que me han hecho pasar, quiero saber el destino del dinero», asegura la ex senadora morada