CUP y Podemos aprietan al Govern con la vivienda
La vivienda se ha convertido en uno de los principales temas en el debut del Govern en el Parlament y amenaza con perdurar durante toda la legislatura y dar más de un quebradero de cabeza a Pere Aragonès. Ayer, los cuperos exigieron a la Generalitat expropiar vivienda a Socimis, Sicavs y fondos de inversión para destinarlas al parque público. También Podemos, otro aliado potencial del Govern, pidió medidas de inmediato para el ámbito residencial.
Los anticapitalistas también reclamaaron que la Sareb retorne los inmuebles y empezar a penalizar a los propietarios de pisos turísticos porque consideran que no pueden haber mientras siga habiendo problemas habitacionales. La receta de la CUP, expresada en el Pleno por la diputada Montserrat Vinyets, no pasa tanto por construir sino por ampliar el parque de vivienda mediante incorporación de inmuebles en manos privadas y destinar buena parte de los recursos a rehabilitar pisos para ahorrar energía.
Por su parte, Susanna Segovia (Podemos) criticó que Cataluña continúe liderando el ránking de desahucios y planteó diversas cuestiones: crear una unidad de antidesahucios que permita mediar en los desalojos en lugar de que tenga que acudir los Mossos d’Esquadra; ampliar el número de pisos en la mesa de emergencia, que todavía registra una lista de espera con 1.500 familias; o, que la Generalitat cumpla con el 60% que le corresponde el Consorcio de la Vivienda de Barcelona, que serían 1.400 viviendas.
Segovia también recriminó que ahora Cataluña está dstinando 378 millones de euros anuales en política de vivienda, cuando en 2010 estaba en 450 millones y, según un informe del Consell de Treball Econòmic i Social de Catalunya que citó, deberían llegar a los 2.200 millones.