El Mnac une a Cataluña y Japón en una exposición sobre los ceramistas
Muestra la amistad entre dos de los ceramistas más destacados del siglo XX
El Museu Nacional d’Art de Catalunya (Mnac) une a Catalunya y Japón en una exposición sobre los ceramistas Josep Llorens Artigas y Shoji Hamada, «Los colores del fuego. HamadaArtigas» que se podrá ver a partir de este viernes y hasta el 3 de octubre.
Lo han explicado en rueda de prensa el director del museo, Pepe Serra, y el comisario de la exposición, Ricard Bru, junto al director de la Fundació Josep Llorens Artigas, Isau Llorens, y el ceramista y escultor Joan Gardy Artigas, nieto e hijo del ceramista catalán, respectivamente.
La exposición explica por primera vez la historia de amistad y fascinación entre dos de los ceramistas más importantes del siglo XX, con una obra admirada por artistas como Joan Miró.
Lo hace tratando a la cerámica cerámica con la misma dignidad que las otras artes y mostrando toda su potencia: «La cerámica es barro, agua y fuego», ha subrayado Serra.
Ricard Bru ha explicado que querían que la exposición tuviera pocas piezas --hay un total de 140--, pero que fueran las mejores y «hablaran por sí solas».
Según ha explicado Bru, los dos artistas trabajaban de formas distintas: Artigas trataba cada pieza con mucha delicadeza, «como si fueran únicas y diferentes», mientras que Hamada las sacudía y las trataba con fuerza.
Sin embargo, los dos buscaban que sus piezas fueran expresivas, y ambos trabajaban con mucha libertad y suprimiendo toda decoración superficial: «Los dos iban a lo esencial», ha dicho Joan Gardy Artigas.
Artigas fue uno de los primeros ceramistas catalanes que se acercó a la cerámica de Asia Oriental, incorporando su equilibrio armónico, simple y depurado, pero sin renunciar a las tradiciones propias.
A su vez, Hamada, declarado Tesoro Nacional Viviente por el Gobierno japonés en 1955, nunca firmaba sus obras porque consideraba que eran tanto fruto de su mano como de la naturaleza, el fuego y la tierra, y que contenían todo el poso de una tradición artesanal.
A ambos les preocupaba la pérdida de la práctica artesanal forjada por los valores estéticos de la tradición frente a la producción de cerámica industrial.
En este sentido, coincidían con los miembros fundadores del movimiento japonés Mingei, que buscaba poner en valor la artesanía popular.
Desde 1950, el movimiento tuvo una gran difusión en Catalunya gracias principalmente a Josep Llorens Artigas y al escultor Eudald Serra, eslabones «fundamentales» en las relaciones entre Catalunya y Japón.
La muestra ha sido organizada conjuntamente por la Fundació Josep Llorens Artigas y el Mnac, que han anunciado que próximamente publicarán las memorias de Artigas con textos inéditos.
Los dos artistas trabajaban de formas distintas: Artigas trataba cada pieza con mucha delicadeza
Hamada, declarado Tesoro Nacional Viviente por el Gobierno japonés en 1955, nunca firmaba sus obras