La Razón (Cataluña)

«La cogobernan­za no puede ser un monólogo ni una imposición»

Defiende que los pactos de Estado entre PSOE y PP no se pueden acabar

- POR CARMEN MORODO

EnEn junio del año pasado firmó un acuerdo histórico de reconstruc­ción con toda la oposición. Su gestión de la pandemia se ha caracteriz­ado por primar el interés de sus representa­dos, incluso por encima de la «música» que marcaba su partido a nivel nacional. En marzo superó una moción de censura del PSOE.

-Vuelve el diálogo con el independen­tismo al centro del tablero. ¿A usted le está funcionand­o bien el diálogo con el Gobierno?

-Para que funcionara debería haberlo. Hace casi un año que no se reúne la Conferenci­a de Presidente­s, que hemos reclamado de forma reiterada. El Gobierno de Pedro Sánchez ha abandonado a las comunidade­s. No ha ejercido su responsabi­lidad de coordinaci­ón.

-¿Como Gobierno de Castilla y León no tienen interlocuc­ión con el Ejecutivo central? -Creo firmemente en la política de tender puentes y tiendo mi mano al diálogo. Pero el diálogo no es imposición. La vergonzant­e moción de censura diseñada en Moncloa no ayuda al diálogo que ofrezco y defiendo.

-¿Por qué su comunidad no acatará las restriccio­nes al ocio fijadas por el Gobierno? Pese a que se abstuviero­n en el Consejo Interterri­torial, a diferencia de otras comunidade­s del PP que sí votaron en contra. -Coordinaci­ón no es imposición y el Gobierno de España debe volver a los consensos con las comunidade­s. Nuestro semáforo nos permite garantizar la seguridad sanitaria y la apertura de la economía, y por eso rechazamos los cierres y las mayores restriccio­nes planteadas ahora por el Gobierno de Pedro Sánchez. Le adelanto que recurrirem­os a la Justicia si fuera necesario. En el Consejo Interterri­torial nuestra consejera buscó el consenso y el entendimie­nto, y de ahí la abstención.

-A la presidenta Ayuso le fue bien en las urnas con la política de confrontac­ión con el Gobierno. Parece que ahora ya todos siguen su camino por miedo a la opinión pública. -No, en ningún caso. Estamos ante una crisis sanitaria, económica y social. Lo tuvimos claro desde el principio y así lo mantenemos. Lo primero es proteger la salud y la vida de las personas. La reactivaci­ón económica debe avanzar. Quien parece que hace más una cuestión política de esto es el Gobierno de Pedro Sánchez. -Ayuso hizo lo contrario de todos los demás, y ésa fue su ventaja. Esto lo reconocen hasta dentro de su partido.

-Madrid y Castilla y León hemos compartido desde el principio el mismo objetivo: proteger la vida y la salud de las personas y mantener la actividad económica. Pero cada comunidad es diferente. Tenemos realidades distintas y, por tanto, hemos tomado medidas distintas.

-Eso sí, habrá que reconocer que el Gobierno tuvo razón en no prorrogar el estado alarma en junio. La situación se ha

«Los indultos no son garantía de que se resuelva la actual situación en Cataluña. Más allá de que garanticen estabilida­d al Gobierno Sánchez»

«La política tiene que estar pegada a la calle. Nos manifestam­os con los ciudadanos, en apoyo a la convocator­ia de una plataforma civil»

«No me preocupan las novedades sobre el llamado caso Kitchen. Confío plenamente en la labor que hace la Justicia. Quien nada debe, nada teme»

«La cogobernan­za no puede ser un monólogo ni una imposición, como la ha entendido hasta ahora el presidente del Gobierno»

mantenido bajo control. -El Gobierno dejó abandonada­s a las comunidade­s hace casi un año, el pasado verano, cuando optó por desentende­rse de la gestión de la pandemia. Desde Castilla y León hemos reclamado y seguimos reclamando una herramient­a intermedia para gestionar las pandemias. Y el Gobierno no ha hecho nada en este sentido.

-Pero sin estado de alarma el virus no se ha desbocado. -Los pronunciam­ientos de distintos tribunales han demostrado que no es suficiente con la legislació­n actual, y habrá que ver ahora qué pasa con el inicio de la temporada turística. Si la situación está bajo control no es gracias a la prevención del Gobierno, sino al avance de la vacunación. -¿Cómo debe evoluciona­r ahora la cogobernan­za? -Siendo una verdadera cogobernan­za. No un monólogo ni una imposición, como se ha demostrado hasta ahora. -Se lo pregunto de otra manera, ¿cuál debería ser la prioridad nacional en estos momentos? -En Castilla y León lo tenemos muy claro: La prioridad es poner fin a la pandemia y superar el reto de la recuperaci­ón económica y el empleo. Desde mi Gobierno, gestionamo­s pensando en los bolsillos de todos los castellano­s y leoneses y en el futuro de nuestra tierra. Es el momento de continuar impulsando Castilla y León y España, y no hay tiempo que perder. -¿La política nacional está a la altura de lo que necesita este país? -Lo que no está a la altura del gran país que es España es el Gobierno de Pedro Sánchez. Un Gobierno que está pensando más en su estrategia para mantenerse en el poder que en el interés de todos los españoles. -El ruido de la pelea de partido es parecido venga del lado del Gobierno o del PP. En esto, mire al Congreso, no se nota mucha diferencia entre siglas. -Siempre hay a quien le gusta más hacer ruido. Pero, sinceramen­te, creo que el Gobierno de Sánchez hace aguas y está instalado en una estrategia de confusión para desviar la atención de lo importante, que ahora mismo es reactivar la economía y avanzar en el proceso de vacunación lo más rápido posible porque de ello depende la salud y la recuperaci­ón. -¿Puede entender que no haya unidad ni para afrontar la crisis con Rabat? -El Gobierno debe defender la integridad territoria­l. Le ha pillado con el pie cambiado y ha demostrado su inexperien­cia. El primero que llamó a Pedro Sánchez fue Pablo Casado. Pero no se puede confundir lealtad con sumisión. -¿Cree que es posible una buena convivenci­a de Cataluña dentro de España? -Por supuesto. No podemos dar excusas a los que quieren romper esa convivenci­a. Así ha sido a lo largo de la historia de nuestro país. Cataluña es una parte muy importante de España y tiene que recuperar el protagonis­mo de ser uno de los tantos motores de la economía de nuestro país, que, por desgracia, ha perdido por cuestiones estrictame­nte políticas en los últimos años. -¿Y para ello ayudarán los indultos? -El oportunism­o político no puede ser una puerta a la impunidad. La convivenci­a no puede depender del indulto a unos condenados por el Tribunal Supremo por delitos muy graves. Los afectados por el posible indulto han manifestad­o que no muestran arrepentim­iento y que lo volverían a hacer, es decir, no han manifestad­o la condición indispensa­ble para concederlo. Por tanto, los indultos no son garantía de que se resuelva la actual situación, más allá de que le garantice estabilida­d al Gobierno de Sánchez con sus socios. -¿Qué solución propone su partido? -De momento, parar los posibles indultos a unos condenados que no han manifestad­o arrepentim­iento y que, además, reconocen que volverían a hacerlo. Las tensiones con Cataluña hay que solventarl­as desde el diálogo y en el marco de la Constituci­ón. Otro escenario no es posible. -¿Qué les ha hecho ser un partido residual en Cataluña y País Vasco? -Han sido circunstan­cias diferentes en cada caso. Uno de los retos que tenemos como partido es recuperar el amplio espacio de centrodere­cha que hay en las dos regiones y debemos capitaliza­rlo en torno al proyecto del Partido Popular. -En Vox creen que la confrontac­ión dura en el tema territoria­l les beneficia a ellos más que a nadie. Que su fortaleza está en mantener la tensión en actos como el del próximo día 13 en la Plaza de Colón contra los indultos. -El único beneficiad­o de todas estas acciones es España. Las manifestac­iones vienen a corroborar nuestro posicionam­iento y modelo de Estado en torno a la unidad de España y el respeto a nuestra Constituci­ón. -¿La política debe hacerse en la calle? -La política tiene que estar pegada en la calle. Personalme­nte no entiendo la política de otra manera. Un político que no está en la calle es un político desconecta­do de la realidad.

-¿Es acertado manifestar­se con Vox? -Nos manifestam­os con los ciudadanos, en apoyo a una convocator­ia de una plataforma civil. -Con Zapatero también se manifestar­on por casi todo y, al final, volvió a ganar y por más votos. -Las circunstan­cias eran distintas y las pretension­es de Sánchez también. Consideram­os que hay límites que no se pueden traspasar. Hoy estamos viendo a través de las encuestas que la gestión de Sánchez no gusta a la gran mayoría de los españoles. -¿Usted integraría a los cargos de Ciudadanos de su gobierno en las listas del PP para las próximas elecciones? -Desde mi partido somos muy respetuoso­s con el resto de formacione­s políticas. Es una cuestión que deben contestar desde Ciudadanos. -¿Pero usted cree en la fusión entre los dos partidos? ¿Deben seguir ofreciendo puestos a cargos actuales de Cs? -Creo en la unidad del centro y la derecha para conseguir un Gobierno que gestione con eficacia la economía, el empleo y los servicios públicos. -¿Y esa unidad pasa por darles más cargos a dirigentes naranjas que pueden quedarse fuera de la política en unas próximas elecciones? -Ya le he dicho que esa respuesta deben darla ellos. -Esta el pasado semana más ha amargo vuelto otra del vez PP con la imputación de Cospedal en el «caso Kitchen». ¿Qué piensa de este escándalo? -Tengo un respeto total por la Justicia, los procesos de investigac­ión y las decisiones judiciales. Quien nada debe, nada teme. Respetemos la presunción de inocencia. -¿Entiende que se suspenda de militancia al ex ministro del Interior Jorge Fernández por la imputación y no se haga lo mismo con la ex ministra y ex secretaria general María Dolores de Cospedal? Lleva a pensar que el doble trato es porque ella ayudó a Casado a ganar el Congreso de sucesión de Rajoy. -Las normas internas del partido son iguales para todos. Es el Comité de Derechos y Garantías el que evalúa cada caso. -¿Le preocupa lo que pueda seguir saliendo de Villarejo y Bárcenas? -Sinceramen­te, no. Insisto en que confío plenamente en la Justicia. -Todas las encuestas auguran que para que Casado llegue a gobernar necesitará hacerlo con Vox. ¿Qué significar­ía esto para el PP? ¿Sus votantes en Castilla y León lo entendería­n? -No adelantemo­s acontecimi­entos. El PP está liderando el cambio de ciclo, y esa tendencia se consolidar­á en los próximos meses. -¿Pero usted se identifica con el discurso y las formas de Vox? -Defiendo la moderación y el centro político, y esto no significa no ser firme en la defensa de los principios. También le digo que no me gustan los extremismo­s. Veremos qué ocurre en el futuro, pero lo que hoy es una realidad es que el Partido Popular concita la confianza mayoritari­a de los españoles y estoy seguro de que seguiremos atrayendo a más personas que buscan un futuro mejor. -¿Hay que asumir que se acabaron para siempre los pactos de Estado? -Los pactos de Estado no se pueden acabar. Nunca. Un pacto es un pacto, una negociació­n, un acuerdo. No una imposición, que es lo único que practica Pedro Sánchez. El sanchismo sólo entiende el pacto en forma de imposición.

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ALBERTO R. ROLDÁN
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FOTOGRAFÍA­S DE ALBERTO R. ROLDÁN
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