Balas sobre las urnas en México
La política de López Obrador de «abrazos y no balazos» no ha dado frutos mientras el país sufre una nueva ola de asesinatos a candidatos en la campaña
Este domingo los 96 millones de mexicanos llamados a las urnas renovarán la Cámara de Diputados y elegirán más de 20.000 cargos públicos. Los datos de la consultora experta en ataques electorales, Etellekt, señalan que se han producido 782 agresiones. A pocas horas de la cita con las urnas, se habían producido más ataques que toda la campaña más violenta hasta ahora: los 774 ataques registrados en los comicios de 2018. El último asesinato ha sido este viernes. El candidato a la Alcadía de Cazones en el norte de Veracruz, Rene Tovar Tovar a apareció muerto por disparos de bala en su domicilio. Pese a ello, los 90 homicidios representan un descenso del 40% frente a las 152 muertes de la anterior cita electoral. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, niega el problema del incremento de la violencia política y se escuda señalando a la prensa: «El país está en paz. Hay gobernabilidad. No hay riesgos de inestabilidad. Estamos enfrentando el flagelo de la violencia todos los días».
Los grupos criminales del narcotráfico son los principales responsables de esta sangrienta campaña debido a la gran impunidad y a su interés por acumular poder institucional. Pese a que todos los partidos están afectados, el 44% de los políticos asesinados eran miembros de la coalición de la oposición Va por México, que agrupa al Partido de Acción Popular (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). La alianza de la formación de AMLO, Movimiento Regeneración Nacional, con el Partido Verde y el Partido del Trabajo ha sufrido el 28% de las víctimas mortales. El profesor de la Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ignacio Martínez Cortés, explica a LA RAZÓN que «los narcos buscan más alianzas con el partido que está al frente del Gobierno de la nación». La oposición califica de «fracaso» el plan de protección de candidatos del Gobierno. Su estrategia de «abrazos y no balazos» es contraria a la guerra directa contra los cárteles.
El estado más afectado por la violencia es Veracruz, en el Caribe mexicano al sur del país, al haber sufrido 118 agresiones, el 15% del total. Veracruz casi duplica a al segundo estado con mayores incidentes de violencia política, su vecino Oaxaca, donde se han perpetrado 68 ataques. La brutalidad electoral ha afectado a los 32 estados que conforman este país de 126 millones de habitantes. Cortés señala que los estados donde hay más calma no significa que el narco haya desaparecido: «El crimen organizado influye en todas las regiones. Los grupos del narcotráfico cada vez se atreven más a violentar a los cargos públicos. Las zonas donde ha habido menos presencia visible del narco esta campaña, probablemente sea porque se ha generado una conexión con los partidos que derivan en el crimen de cuello blanco». El Cartel JaliscoNuevaGeneración(CJNG) ha evidenciado este martes el poder del narco. Los soldados de Nemesio Oseguera, alias ‘señor Mencho’, fueron de cacería contra los policías del Grupo Táctico tras secuestrar a varios compañeros, torturarles y conseguir las direcciones de los agentes. Una pancarta impresa colgada en un edifico avisaba el mes pasado: «Si quieren guerra, tendrán guerra. Por cada miembro de CJNG que arresten, vamos a matar a dos de sus tácticos donde sea que estén, en sus casas, en sus vehículos de patrulla». Los autodenominados «puros hombres del señor Mencho» se han jactado de su poder militar en vídeos en los que se ve las iniciales CJNG, en los colores de la bandera mexicana, portando armas automáticas.