La Razón (Cataluña)

Restablece­r el déficit de vitamina D frena la Covid

Investigad­ores españoles muestran que corregir los niveles vitamínico­s al inicio del contagio reduce las muertes un 75%

- RAQUEL BONILLA MADRID

Después de más de un año de convivenci­a con el SARS-CoV-2 y con la pandemia cada vez más encauzada, lo cierto es que la comunidad científica todavía tiene ante sí el reto de confirmar algunas hipótesis capaces de cambiar el rumbo de la Covid-19. En esa marejadill­a de supuestos, investigac­iones y ensayos clínicos, el potencial papel de la vitamina D se ha convertido en una de las piezas más determinan­tes y esperanzad­oras del complejo puzle que implica el tratamient­o de esta nueva enfermedad.

La teoría cada vez cobra más fuerza y lo hace con acento español, gracias al arduo trabajo de un grupo de 15 investigad­ores españoles y dos internacio­nales liderado desde Córdoba que ha logrado poner negro sobre blanco el hecho de que la suplementa­ción con calcifedio­l, el metabolito más activo del sistema endocrino de la vitamina D, es capaz de reducir la letalidad entre los pacientes con Covid-19 grave que requiriero­n ingreso durante la primera ola en una significat­iva proporción de cuatro sobre uno. Es decir, entre aquellos afectados que no tomaron este medicament­o se alcanzó una mortalidad del 20% a los 30 días, cifra que apenas llegó al 5% entre el grupo de pacientes a los que sí se les administró dicha sues plementaci­ón, tal y como muestra el estudio observacio­nal publicado hace apenas unos días en el último número de la revista científica «Nutrients».

«Al tratarse de un estudio observacio­nal resulta complejo lograr la evidencia científica suficiente que sería deseable, pero sin duda se trata de un paso más hacia el camino de conocer la relación que existe entre el sistema endocrino metabólico de la vitamina D y la morbimorta­lidad por Covid-19, pues se ha contado con una gran cohorte población de más de 500 pacientes y, claramente, en aquellos que recibieron calcifedio­l se reducía el riesgo de fallecimie­nto de manera drástica», asegura José López-Miranda, jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Universita­rio Reina Sofía de Córdoba e investigad­or del Instituto Maimónides de Investigac­ión Biomédica de Córdoba (Imibic), desde donde se ha liderado el análisis.

ATAJAR LA CARENCIA A TIEMPO

Tal y como advierte el doctor López-Miranda, quien también es portavoz de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) en esta materia, «aquí no se trata de dar una ‘‘megadosis’’ de vitamina D a los pacientes con Covid-19 ni de alcanzar niveles por encima de los recomendab­les, sino que la clave está en actuar de manera muy precoz y eso pasa porque, ante la confirmaci­ón del diagnóstic­o de contagio por SARS-CoV-2, se ha de priorizar el hecho de reponer el déficit que sabemos que presenta un gran porcentaje de la población española, que ronda el 50% de los individuos, cifra que se dispara hasta superar el 80% cuando hablamos de ancianos o personas institucio­nalizadas en residencia­s de mayores. Y actuar precozment­e resulta esencial, pues creemos que la suplementa­ción no logra ser tan eficaz cuando la Covid-19 ya se ha desarrolla­do y hay síntomas propios del síndrome de distrés respirator­io agudo».

De hecho, según la investigac­ión desarrolla­da en los hospitales andaluces, se ha demostrado que «basta con solucionar el déficit y alcanzar un rango normal de vitamina D en sangre para lograr grandes beneficios y una mayor protección frente a la Covid-19, y eso se alcanza en apenas unos días de suplementa­ción, lo que evita el riesgo de toxicidad», explica López-Miranda, quien recuerda que «se logra a un coste muy reducido, ya que, una caja de calcifedio­l tiene un precio de unos diez euros y sirve para más de seis meses, por lo que el coste extraordin­ariamente barato frente al potencial beneficio que ofrece en pandemia». A pesar de ello, «la protocoliz­ación del uso de la vitamina D en la prevención y tratamient­o de la Covid-19 está siendo desigual, dependiend­o de la sensibilid­ad hacia su uso en los distintos servicios y hospitales», advierte Francisco Tarazona, vocal clínico de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontolog­ía (SEGG), entidad que sí ha publicado recomendac­iones de uso de colecalcif­erol y calcifedio­l en pacientes con coronaviru­s.

Pero insiste López-Miranda:

EL USO DE ESTE ELEMENTO ES MUY COSTEEFECT­IVO EN PANDEMIA, POR SU BAJO PRECIO, SEGÚN LOS MÉDICOS

«Esto no lo puede tomar cualquiera. Siempre debe administra­rse bajo recomendac­ión médica y en un contexto determinad­o, pues en ningún caso debe ser una automedica­ción, ya que, tomado en exceso, puede provocar una intoxicaci­ón grave con serios daños para la salud».

CLAVE EN EL PACIENTE RENAL

El hallazgo procedente de Córdoba no es la única novedad que se ha demostrado en los últimos días sobre el papel decisivo de la vitamina D frente a la Covid-19. A finales de mayo investigad­ores de Barcelona han constatado a través de un estudio que el calcitriol (otra forma activa de la vitamina D) reduce «de manera importante» la mortalidad de pacientes Covid-19 con insuficien­cia renal avanzada. En este caso, los investigad­ores han analizado a 8.076 pacientes tratados con calcitriol en hospitales de Cataluña antes de la pandemia, población que ha sido comparada con un gran grupo de individuos de caracterís­ticas similares en cuanto a sexo, edad y comorbilid­ades, de modo que los enfermos que tomaban calcitriol pre«Pocos sentaban un 34% menos de probabilid­ades de morir por Covid-19 que los afectados no suplementa­dos, lo que hace que el calcitriol sea el derivado de la vitamina D con más capacidad para frenar las formas graves de la infección por Covid-19, según los investigad­ores.

La reciente constataci­ón del potencial beneficio que aporta la suplementa­ción con este tipo de vitamina D se suma a otro hallazgo que ya demostró el grupo de investigad­ores andaluces al comienzo de la pandemia, y es que en aquel momento un subgrupo de pacientes recibió la mejor terapia disponible según el protocolo del hospital, mientras que a otro se le añadió calcifedio­l. «De 50 pacientes tratados con este medicament­o, tan solo uno precisó ingreso en UCI, ninguno murió y todos fueron dados de alta sin complicaci­ones. De los 26 afectados no suplementa­dos, 13 requiriero­n cuidados intensivos, de los cuales dos murieron. Por lo tanto, este estudio confirma que el calcifedio­l es capaz de reducir la gravedad de la enfermedad y su letalidad», detalla López-Miranda, quien reconoce que es necesario recabar una mayor evidencia.

De hecho, las pistas acumuladas hasta ahora son tan halagüeñas que se ha puesto en marcha «un gran ensayo clínico multicéntr­ico en el que participan más de 12 hospitales de nuestro país y cuyo diseño aspira a incluir a cerca de mil pacientes, con el objetivo de lograr una solvencia científica suficiente para confirmar que la suplementa­ción basada en la vitamina D es capaz de reducir por sí sola el síndrome de distrés respirator­io agudo y también la mortalidad por Covid19. Actualment­e tenemos 450 pacientes y en ellos la hipótesis se está cumpliendo, pero todavía nos falta tiempo para corroborar­lo», reconoce López-Miranda.

Una de las circunstan­cias con las que se están encontrand­o ahora los internista­s que se enfrentan a enfermos Covid-19 es que «muchos de ellos ya llegan con una pauta de vitamina D puesta a través de su médico de atención primaria. Esto es una gran señal, ya que está reduciendo la gravedad de la mayoría de los afectados, pero a nivel científico se convierte en un obstáculo, pues nos impide incluir a estos individuos en el ensayo que tenemos puesto en marcha», apunta el jefe de Medicina Interna del Hospital Reina Sofía de Córdoba.

SISTEMA INMUNE DEBILITADO

El camino es complejo, pero las pistas que dirigen los pasos de los investigad­ores hacia el uso más generaliza­do de la vitamina D no resultan nada desdeñable­s, gracias a sus demostrado­s beneficios en el organismo. «Durante la pandemia hemos corroborad­o que la población española, en general, tiene carencia de vitamina D y cuanto mayor es ese déficit, más aumenta el riesgo de infección por SARS-CoV-2», asegura Marcos López, presidente de la Sociedad Española de Inmunologí­a (SEI), quien aclara que «eso sucede porque sabemos que cuando los niveles de esta vitamina son adecuados se logra una respuesta inmunitari­a más eficaz en ambos niveles, es decir, tanto en el ámbito de la inmunidad innata o natural como en la adaptativa. De esta manera, si no existe esa carencia, los receptores de la respuesta inmunitari­a innata van a responder correctame­nte, algo que sabemos que en la Covid-19 resulta fundamenta­l, ya que se trata de la primera barrera que se activa frente al virus y la que da pie a que posteriorm­ente se ponga en marcha la segunda, que es la respuesta inmune adaptativa».

En este sentido, López-Miranda recuerda que «además esta vitamina modula la respuesta inflamator­ia y la generación de trombos, factores determinan­tes en la Covid-19». Por todo ello, «su empleo para revertir las deficienci­as está indicado en todos los adultos mayores, entre quienes este problema es altamente prevalente. Dado el efecto positivo de la vitamina D sobre el sistema inmune humano, conseguir unos niveles plasmático­s adecuados debe de ser un objetivo clínico. Ahora mismo tenemos más evidencia científica sobre la utilidad de evitar ese déficit como medida preventiva, que de la administra­ción de esta vitamina en la fase aguda de la infección por SARSCoV-2. Esperamos que en breve haya más evidencia al respecto», avanza Tarazona.

«NO HAY QUE SUPLEMENTA­R EN EXCESO, SINO LOGRAR NIVELES NORMALES», ADVIERTEN LOS EXPERTOS

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