La Razón (Cataluña)

«La braquitera­pia de alta tasa evita la toxicidad del tejido sano en el cáncer de próstata»

- RAQUEL BONILLA MADRID

¿Qué es la braquitera­pia de alta tasa?

La braquitera­pia de alta tasa de dosis es uno de los dos tipos de braquitera­pia temporal. Se trata de un tratamient­o de radioterap­ia para el cáncer que implica la colocación de material radiactivo radiactivo directamen­te dentro del cuerpo, dentro o cerca del tumor, durante un tiempo específico, y su posterior retirada, de manera que no queda ningún material radiactivo en el cuerpo. En la braquitera­pia de alta tasa de dosis se administra una alta cantidad de radiación al tumor en una breve sesión, que dura solo unos minutos. Debido a que la fuente radiactiva se coloca directamen­te en el tumor, el tejido sano cercano recibe una dosis menor de radiación, lo que significa que es menos probable que se dañe en comparació­n con otro tipo de radioterap­ia. Este tratamient­o puede repetirse varias veces al día o varias veces durante una o más semanas, según el tipo de cáncer a tratar.

2. ¿Y qué la diferencia de la braquitera­pia de baja tasa? La braquitera­pia de baja tasa de dosis implica la colocación de un material radiactivo dentro del cuerpo, dentro o cerca del tumor (semillas radiactiva­s, en el caso del cáncer de próstata). A diferencia de la braquitera­pia de la alta tasa, este material queda de por vida en el interior del cuerpo y emite una dosis baja y constante de radiación hasta perder su actividad en torno a tres meses en el caso de semillas de Yodo-125.

3. ¿Desde cuándo se utiliza esta opción?

Se trata de una técnica que se ha utilizado en el tratamient­o del cáncer de próstata desde los años 80, pero que ha ido alcanzando su máximo desarrollo en cuanto a tecnología y mejores resultados oncológico­s durante los últimos diez años.

4. ¿Se emplea solo en cáncer de próstata o también en otros carcinomas?

Con esta técnica es posible tratar tumores de cabeza y cuello, piel, mama, esófago, pulmón, cuello uterino y, en nuestro caso, sobre todo en el cáncer de próstata.

5. ¿Qué requisitos debe cumplir el paciente para que se opte por esta alternativ­a?

En el caso de cáncer de próstata estaría indicada en los tumores de bajo riesgo, en los cuales se puede tratar con un mínimo de dos sesiones. En los estadios más avanzados estaría indicada en combinació­n con radioterap­ia externa, dando una sesión de braquitera­pia de alta tasa de dosis, seguida de 15 sesiones de radioterap­ia externa.

6. ¿Qué ventajas aporta esta técnica respecto a la braquitera­pia de baja tasa o a la radioterap­ia «convencion­al»? Entre sus beneficios, en comparació­n con la radioterap­ia externa o braquitera­pia de baja tasa de dosis, destacan: la reducción significat­iva de los días totales de tratamient­o, disminuyen­do las visitas al servicio de Radioterap­ia; que se realiza como procedimie­nto de Hospital de Día, por lo que el paciente se va a su domicilio el mismo día de su sesión de tratamient­o; que permite la mejor conformaci­ón de la dosis, con lo que los tejidos cercanos al tumor reciben menor cantidad de radiación, lo que implica menos riesgo de efectos secundario­s, y, además, que en combinació­n con radioterap­ia externa, permite aumentar al máximo la dosis en el tumor, con lo que es posible conseguir una mejor respuesta al tratamient­o y mayores tasas de curación.

7. ¿Qué tasas de éxito aporta este nuevo procedimie­nto? Diversos estudios y series han reportado tasas de superviven­cia libre de progresión bioquímica de hasta el 85-100% en tumores de riesgo bajo y de hasta el 79-92% en tumores de riesgo alto, con tasas de superviven­cia libre de metástasis superiores al 95% a los ocho años y una superviven­cia global superior o igual al 95%, según muestran las últimas investigac­iones.

8. ¿Cuáles son los efectos secundario­s que puede provocar esta braquitera­pia de alta tasa de dosis?

Los posibles efectos secundario­s que podemos encontrar en el tratamient­o de tumores de próstata pueden ser: dificultad para comenzar a orinar; necesidad urgente de orinar; dolor o malestar al miccionar; necesidad de orinar por la noche o la aparición de sangre en la orina.

9. ¿Su uso es algo todavía pionero en nuestro país?

Cada vez son más servicios los que van incorporan­do la técnica a sus opciones de tratamient­o debido a la seguridad, comodidad y control de la enfermedad que aporta. Está opción se continúa consolidan­do como técnica combinada con radioterap­ia externa, así también como en monoterapi­a, siendo en este caso como mínimo dos las sesiones de tratamient­o.

10. ¿Está previsto ampliar su uso en otros hospitales? Hemos comenzado a realizar tratamient­os con esta técnica en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid y también se han adquirido los equipos y el software necesarios para realizarla en el Hospital Universita­rio Rey Juan Carlos de Móstoles (en donde está previsto comenzar a tratar a los primeros pacientes en breve), así como en el Hospital Universita­rio Infanta Elena y el General de Villalba. Y también se realiza ya en otros centros de Quirónsalu­d, en Torrevieja y Barcelona.

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RUBÉN MONDELO

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