Urge reconstruir el SNS post Covid con indicadores evaluables
Exhortan a introducir parámetros para hacer un sistema eficiente y eficaz
Con la pandemia si algo ha salido a la luz es que el SNS es notoriamente mejorable. Con el fin de servir de guía para esta profunda reforma que urge, Novartis, en colaboración con BioInnova Consulting, ha presentado esta semana el «Estudio sobre la publicación de resultados en el SNS: Bases para un modelo», una obra que pretende asentar los principios de un modelo con rendición de cuentas.
Tras analizar las buenas prácticas que realizan diez países europeos y Australia, así como a nivel estatal y a continuación los modelos de revisión de cuentas de Cataluña y la Comunidad de Madrid, Cristina Adroher, autora del estudio, junto a Vicky Morán, explicó que los cambios para mejorar el SNS «se deberían realizar por parte de una organización gubernamental y ejecutado por una organización independiente. La información debería ser de acceso libre, gratuita y dirigida tanto a los profesionales como a la ciudadanía, con una página web de fácil consulta y con unos resultados que deberían servir para tomar decisiones y ser vinculantes en la política sanitaria». Algo esencial, ya que «esta crisis sanitaria, y a continuación económica, ha evidenciado la necesidad de invertir en Sanidad con una mayor transparencia y rendición de cuentas. Hoy más que nunca es imprescindible. imprescindible. Y esta reforma del SNS es una obligación de todos», afirmó Jesús Ponce, presidente del Grupo Novartis en España.
«La política y la gestión sanitaria tienen que estar basadas en la evidencia, al igual que la Medicina», añadió Boi Ruiz García, director del citado estudio y ex consejero de Salud de la Generalitat. Máxime cuando en el contexto actual de caída del PIB tras la Covid-19 va a haber que tomar decisiones con mayor rigurosidad si se quiere mantener y mejorar el actual SNS. En este sentido, un pilar esencial es la transparencia para «dejar de hacer lo que no se ha de hacer. Ciertas pruebas médicas no tienen una evidencia científica y destinar partidas a eso supone un despilfarro de recursos», precisó Anna García-Altés, revisora del estudio, que insistió en que «es necesario tener indicadores que permiten hacer comparaciones. La competencia por comparación hace que mejore la calidad de gestión».
En ese sentido, hay que aprender de los ejemplos ya existentes y de las dificultades con las que se encontraron para reconstruir el
SNS, como la resistencia del sector sanitario y a nivel local. «Por ello, es recomendable no hacer rankings y lograr que todos los proyectos de mejora se hagan basados en la evidencia, no en las especulaciones», recomendó Ruiz García, que hizo hincapié en que «lo importante es que el ciudadano sepa dónde curan y tratan bien y dónde lo hacen rápido». Coincidió con él Julio Zarco, subdirector gerente del Clínico San Carlos, ya que «al principio fue un campo de minas. Hubo mucha resistencia sindicalista y también de científicos».
NECESARIO, ¿PERO POSIBLE?
Todo lo que sea compartir resultados de salud «es avanzar y todas las autonomías deberían trabajar en ello. Ojalá en el futuro podamos informar al ciudadano dónde se le trata mejor» de una enfermedad, destacó Jesús Vázquez, director general del Proceso Integrado de Salud de la Comunidad de Madrid. Pero independientemente de ello, «no se puede justificar la oposición a publicar los resultados diciendo que esto no sirve de nada si no hay libertad de elección», recordó Ruiz García. Y es que la competencia por comparación con la publicación de los datos debería servir para que los centros que flaqueen mejoren.
No obstante, «ahora no lo veo posible, ojalá en menos de un año hayamos superado la pandemia y se pueda lograr este consenso», reconoció José Martínez-Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública y ex secretario general de Sanidad del Ministerio de Sanidad. Y entender que «la descentralización ha tenido muchas virtudes, pero tiene un defecto: no hacer comprender que el SNS es uno», concluyó Rubén Moreno, senador del PP.