Del SMI a los ataques informáticos
Lo ha dicho el Banco de España: la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha tenido un impacto negativo de entre 92.000 y 175.000 empleos. Es un hecho grave. Pero es que, además, ha supuesto una barrera insalvable para el acceso de los jóvenes que están desempleados a un puesto de trabajo. Y esto me parece mucho más grave, a la vista de la situación en la que se encuentra este colectivo.
Esas son dos de las conclusiones que se pueden extraer del documento titulado «Los efectos del SMI en el empleo: nueva evidencia para España», que ha aparecido justo cuando desde el Ministerio de Trabajo están planteando una nueva subida del mismo.
¡Ojalá la situación económica permitiese ese incremento! Pero los recursos son los que son y lamentablemente limitados, más en el contexto actual. ¿Qué es preferible, subir el SMI con el consiguiente efecto sobre el empleo, o no incrementarlo y que se creen más puestos de trabajo? Porque ese es el gran dilema. Y, en este punto, los responsables del Ministerio de Trabajo, del ala podemita del Gobierno, tendrán que «retratarse».
De momento, que yo sepa, las vías de creación de empleo son dos: la pública, para lo que hacen faltan recursos públicos allegados mediante un incremento de los ingresos vía impuestos, y la privada. Esta última, con los empresarios de protagonistas, es más importante que la primera y más que sensible al alza de costes.
Habrá que esperar a ver por dónde tiran Yolanda Díaz y su equipo, que ayer se tuvieron que enfrentarse a otro problema: un nuevo ataque a sus servicios informáticos que afectó también a los servidores del Ministerio de Seguridad Social que dirige José Luis Escrivá.
Ni es el primer ciberataque, ni será el último, desgraciadamente. Pero es especialmente preocupante que se hayan visto afectados dos departamentos que tienen a su cargo lo relativo a la tramitación del pago del desempleo o a las cuestiones relacionadas con las pensiones, por poner tan
¡Ojalá la situación económica permitiese subir el salario mínimo! Pero los recursos son los que son y muy limitados
solo dos ejemplos de asuntos sensibles para los ciudadanos. Y, este hecho, unido a otros muchos ejemplos de ciberataques que se han registrado y a la caída de internet registrada el martes me lleva a preguntarme si somos conscientes del monstruo con pies de barro que estamos creando y que puede darnos un disgusto grande cualquier día. Un ejemplo tan solo: ¿qué pasaría si un día, por uno de estos ataques mediante virus, no se pudiera sacar dinero de los cajeros o no fuese posible pagar con tarjeta de crédito? Ahí lo dejo.