Víctimas colaterales
Director: Guillermo de Ríos (adaptación de la obra teatral de Marta Buchaca). Intérpretes: Ariadna Gil, Silvia Alonso, Álex García.España, 2021. Duración: 93 min.
«Putas». En un centro de atención a mujeres que sufren violencia de género un tipo hace una pintada que, en el fondo, condensa el terrible problema al que se enfrenta esta opera prima. Laura (Ariadna Gil, que muchos echaban de menos después de tantos años), una psicóloga que trabaja en el mismo, comienza a ser acosada por el marido de una paciente. Y de esa sonrisita un poco hueca e hipócrita que exhibe durante la terapia que practica, por ejemplo, a una joven que niega que haya sido golpeada por su pareja y afirma que «no es como las otras» que sí sufren maltratos, deriva en un gesto de terror durante las siguientes sesiones. Porque también se ha convertido en una víctima. Y mientras esa paciente repite que él es incapaz de ponerle una mano encima, que se trata de una denuncia injusta, hasta terminar confesando que fue «solo una vez», Laura espía desde la ventana los movimientos del psicópata que la martiriza. El drama basado en esta lacra social deriva en una especie de thriller hasta desembocar en un abrupto e irresolutivo cierre. Pero, en el fondo, y por desgracia, se trata de una simbólica escena donde que no hay ni un solo hombre y en las que ellas se miran unas a otras
Lo mejor
La buena química del trío protagonista entre ellos, sobre todo, hacia el final de la cinta
Lo peor
Que con personajes tan complejos como estos se podría haber llegado aún más lejos
con la mirada cargada de incertidumbre y terror. Porque saben que la historia, las historias, no han acabado.