La «cumbre» de Sánchez y Biden: 50 segundos de paseo
Las expectativas sembradas por Moncloa se saldan con una «breve conversación» de pasillo en Bruselas
Menos de 50 segundos mientras se dirigían andando de una sala a otra. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tuvo ayer la tan ansiada oportunidad de charlar con su homólogo de EE UU, Joe Bien en un brevísimo saludo que es difícil definir como un encuentro bilateral propiamente dicho. En las imágenes se ve cómo Sánchez se acerca a Biden tras la foto de familia de los socios de la Alianza y antes de que los jefes de Estado y de Gobierno se dirijan a otro espacio, acompaña al estadounidense en un corto trayecto. «Yo no tengo un cronómetro», dijo después el presidente sobre el fugaz contacto.
Menos de 50 segundos de conversación mientras se dirigían andando de una sala a otra. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tuvo ayer la tan ansiada oportunidad de charlar con su homólogo de EE UU, Joe Bien en un brevísimo saludo que es difícil definir como un encuentro bilateral propiamente dicho. En las imágenes captadas por las cámaras de la OTAN se observa como Sánchez se acerca a Biden después de la foto de familia de los socios de la Alianza y antes de que los jefes de Estado y de Gobierno de la organización militar comiencen la reunión del Consejo Atlántico en otra habitación diferente. Moncloa no ve colmadas sus expectativas, que habían alimentado en los últimos días, asegurando que se trataba de un encuentro trabajado por los jefes de gabinete y que estaban cerrando las embajadas embajadas de Washington y Bruselas «con la más extrema de las discreciones». El citado encuentro ha quedado reducido a una «foto de pasillo». Una foto que Sánchez quería confrontar con la de la plaza de Colón y que redondeará con la visita a España de Ursula Von der Leyen este miércoles para anunciar la aprobación de un primer paquete de los fondos europeos.
Sánchez aprovechó este primer trayecto entre pasillos para romper el hielo con el nuevo inquilino de la Casa Blanca. La Moncloa anunció a bombo y platillo la semana pasada esta cita con el presidente de EE UU en la capital comunitaria, después de que durante estos seis meses no se hubiera producido ni una llamada telefónica entre los dos mandatarios. A pesar de este escuetísimo saludo sabe a poco, tanto el presidente como su equipo lo calificaron como un éxito. «Yo no tengo un cronómetro de
El jefe del Ejecutivo se escuda en que «no llevaba cronómetro» y Moncloa asegura que nunca habló de «bilateral»
Trataron la situación de Latinoamérica, hablaron de reforzar los lazos militares y felicitó a Biden por su agenda progresista
España albergará la próxima cumbre de líderes de la OTAN en 2022 por los 40 años de la adhesión
cuánto me he reunido o no con el presidente de EE UU», aseguró Sánchez en rueda de prensa, interpelado por lo reducido del contacto entre ambos.
El presidente justificó lo que definió él mismo como «la breve conversación y el breve paseo» en los requerimientos de los servicios de la OTAN para pasar a la sala de reuniones del plenario. También definió este encuentro como una «primera toma de contacto», si bien no aclaró cuándo podrán producirse nuevas oportunidades.
Según explicó el presidente, su breve charla fue, sin embargo, fructífera ya que le sirvió para departir con Biden, entre otros temas, sobre la situación de Latinoamérica; mostrar el interés de España por reforzar los lazos militares con la actualización del acuerdo militar de
1988, así como para felicitar al presidente de
EE UU por su agenda progresista. Fuentes diplomáticas ya adelantaban tras la breve cita que «tal y como se había señalado previamente, ambos querían saludarse, conocerse personalmente y establecer un primer contacto. Así lo habían pactado sus respectivos equipos. Entre otras cosas, se había acordado que su saludo fuera captado por las cámaras como prueba de la excelente relación que existe entre ambos países».
Ante la polvareda levantada por lo pírrico del saludo, el equipo de Sánchez tuvo que volver a insistir en que, «desde Moncloa, siempre se ha hablado de encuentro, nunca se ha empleado la palabra reunión ni la idea de encuentro bilateral, que tiene otras implicaciones diplomáticas. Era para saludarse, conocerse y dar una imagen de sintonía que pudiera verse reflejada gráficamente, como así ha sido». Sin embargo, la «satisfacción» que derrochaban hace días se ha
diluido. En el tintero queda la «esperanza» de que hubiera «mucha sintonía» y que pudieran «empezar a trabajar en agendas y proyecto».
Desde el Gobierno se alimentó la expectación al máximo, asegurando que «existía un interés recíproco por parte de ambas naciones» para «avanzar en proyectos y agendas comunes» e incluso se adelantaban posibles temas de conversación como el refuerzo de la relación trasatlántica, el multilateralismo o las migraciones, que han quedado en el tintero.
En concreto, la reacción de Moncloa de intentar dotar de máxima trascendencia al encuentro, obedecía a que Biden – como así demostró también en Bruselas– no ha mostrado una especial atención hacia España desde que llegar a la Casa Blanca. Es más, sobre la mesa había cuestiones de interés como la relación con Marruecos y la soberanía del Sáhara Occidental o la cuestión arancelaria que ambos mandatarios no han tenido oportunidad de abordar en su breve intercambio dialéctico.
Sin embargo, Sánchez pudo resarcirse de este fiasco con el anuncio de que España será la anfitriona de la cumbre de la OTAN que tendrá lugar el año que viene y en la que se espera aprobar la nueva estrategia de la Alianza. Esta cita servirá para conmemorar el 40 aniversario de la entrada de España en la organización militar. Además, también mantuvo durante la mañana un encuentro bilateral con el primer ministro británico Boris Johnson. Según fuentes diplomáticas, «Sánchez y Johnson, en un clima de cordialidad y conscientes de la importancia de las relaciones que mantienen España y Reino Unido en todos los ámbitos, han hablado de la necesidad de seguir reforzando las relaciones bilaterales y de su interés compartido en profundizar en áreas como la seguridad y la defensa». Según las mismas fuentes, «durante la reunión, los líderes han corroborado la relación histórica privilegiada» entre ambos países y la necesidad de impulsar el acuerdo entre España y Reino Unido en lo relativo a Gibraltar. El presidente del Gobierno también se reunió con el mandatario turco Recep Tayyip Erdogan. Los dos acordaron celebrar una cumbre bilateral «lo antes posible».