Jordi Sánchez se atrinchera en JxCat a pesar de las críticas por cuestionar el 1-O
El secretario general de los posconvergentes carga contra la «mala fe» o «ignorancia» de sus críticos
Las aguas bajan turbias en el seno de JxCat. Una carta del secretario general del partido, Jordi Sánchez, publicada el pasado jueves en la que cuestionaba la finalidad del 1-O ha acentuado las tensiones internas en un partido que ya arrastra divisiones y malestares desde la derrota en las elecciones catalanas del 14 de febrero, aunque, de momento, no ha habido cambios en la estructura. Sánchez, muy señalado en las últimas horas, se ha atrincherado como secretario general (número dos del partido de Carles Puigdemont) y salió ayer para defenderse de forma contundente: «He recibido cero peticiones de dimisión».
Sánchez quiso dejar claro que el referéndum ilegal del 1-O tenía como objetivo «hacer la independencia», matizándose así mismo. «Soy de los que creen que el 1 de Octubre fue concebido más para forzar al gobierno español a abrir una vía de diálogo y negociación para alcanzar un referéndum acordado que para proclamar efectivamente la independencia», afirmaba en la carta del pasado jueves, que le ha costado una lluvia de críticas internas. De hecho, ha tratado de capear toda esta tormenta atribuyendo el ruido que se ha generado a la voluntad de «crear polémicas» alrededor de su figura y de «erosionar» el proyecto de JxCat.
En este sentido, ayer se mostró duro contra todos los críticos – tanto internos como externos–, a los acusó incluso de actuar con «mala fe» o con «ignorancia», e insistió en que en ningún momento se ha planteado dimitir como secretario general. «Yo me he sentido desde el primer momento acompañado por la ejecutiva y el president (Puigdemont), en particular», dijo.
En cualquier caso, más allá de rectificar y reivindicar que nadie ha pedido formalmente su dimisión -en la dirección ejecutiva-, relativizó el manifiesto de un sector de la militancia contra él y dio otros dos argumentos para mantenerse en el cargo: afirmó que tan solo ha recibido cinco cartas críticas de la militancia con sus palabras; y, aseguró que tan solo se han dado tres militantes de baja desde el jueves, pero se han dado de alta nueve.
No obstante, estos datos tamIgnasi
Un manifiesto de militantes y Laura Borràs o Elsa Artadi reprocharon públicamente a Sánchez sus palabras
poco consiguen diluir las críticas que lanzaron pesos pesados del partido contra las palabras de Sánchez, muy cuestionado desde hace semanas por su gestión de la negociación con Esquerra para la investidura de Pere Aragonès. Entre las personas que salieron ya a pronunciarse contra Sánchez están Laura Borràs, Elsa Artadi o Jordi Turull.
Sánchez también se pronunció ayer sobre otros dos temas de actualidad. Por un lado, explicó que tratará de mantener un contacto con el conseller de Interior, Joan Elena, para poner escolta a Puigdemont después de que, en las últimas horas, la Fiscalía haya pedido más de cuatro años de prisión para su anterior guardaespaldas, Lluís Escolà.
Asimismo, también relativizó los indultos y advirtió al Gobierno de que la medida de gracia es tan solo un «granito de arena» en el camino hacia la solución de la crisis política. Si bien, también reconoció que supondrán un alivio del «dolor» para los nueve presos condenados por delitos de sedición.