100.000 euros para jugar bien
La Junta ha invertido esa cantidad en el «mantenimiento del terreno de juego y reserva de césped de repuesto 800 m2 para reemplazo/reparación»
Luis Enrique mirará con envidia por televisión los tapetes verdes del Johan Cruyff Arena de Ámsterdam, del Parken de Copenhague o de Hampden Park en Glasgow, tres de los estadios que, como el de La Cartuja, van a acoger tres encuentros de la primera fase de la Eurocopa y un choque de octavos de final. En el resto de estadios el césped está perfecto, como marca la UEFA para su gran competición, pero en el recinto sevillano estaba tan deficiente el terreno de juego que los que se quejaron fueron los propios anfitriones. El seleccionador lamentó que sus futbolistas de mayor calidad tuviesen problemas para mover la pelota por culpa de las irregularidades de la hierba y, dijo, no pudiesen crear espacios entre la poblada defensa sueca. Pedri, al día siguiente, confirmó que el campo «no estaba en las mejores condiciones».
Luis Enrique admitió que había preguntado a los responsables y que la respuesta había sido que el calor era el responsable y que con la bajada de las temperaturas la cosa mejoraría para el sábado ante Polonia. Incluso José Francisco Molina, director deportivo de la Federación, llegó a confesar que en otras ocasiones en las que jugaron allí, la cosa no había estado tan mal. Las declaraciones de estos responsables convirtieron el césped de La Cartuja en el de la discordia y lanzaron las miradas de la crítica a la propia Federación y a la Junta de Andalucía, los dos entes que han permitido que Sevilla se convirtiese en sede de la Euro 2020 tras el no de Bilbao.
La Junta actuó rápido para quedarse con los tres partidos, aprovechando el acuerdo firmado con la RFEF y que incluye varios encuentros de la Supercopa de España y de la selección a cambio de unos tres millones de euros. No había mucho tiempo, pero había había que acondicionar las instalaciones para que estuvieran a la altura de la UEFA. En el documento de solicitud de subvención especial de la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía se puede ver que la inversión necesaria para poner al día el estadio de La Cartuja asciende a 6.459.530 euros, de los que 102.850 están destinados, mira tú por dónde, al «mantenimiento del terreno de juego y reserva del césped de repuesto de 800 metros cuadrados para reemplazo o reparación del mismo».
Justo lo que pidió Luis Enrique después del primer partido y que seguramente debía de haberse hecho antes y no esperar a que todo el mundo pusiese el foco ahí. Ese es el precio a pagar para que una selección que fue conocida por el famoso tiquitaca, el juego de toque que maravilló al mundo, pueda jugar cómodamente en su casa y sacar ventaja de estar ante su público.
Algo más de cien mil euros para que la pelota ruede como debe y España pueda jugar bien y sumar su primera victoria en el torneo. Las críticas del seleccionador fueron respondidas con mucha ironía por Elías Bendodo,
el portavoz y consejero de presidencia de la Junta de Andalucía: «Si se hubiera metido un gol no estaríamos hablando de esta situación. Nos hemos volcado con la celebración de la Eurocopa y cualquier cuestión que se pueda mejorar, se va a mejorar», aseguraba pasando la pelota a Morata y la falta de puntería de los delanteros de la Roja.
En el mismo documento oficial se puede ver que la Junta ha invertido 400.000 euros en los dos videomarcadores; 260.000 en el acondicionamiento de la zona del helipuerto; casi 188.000 para arreglar los palcos vip y 57.000 para poner al día el Wifi en el interior de las instalaciones. Algunos andamios confirman lo reciente de las obras de mejora de La Cartuja, que estos días se ha convertido en el centro de Sevilla, porque allí también hacen cola los ciudadanos para vacunarse. Eso sí, los días de partido Pfizer y Janssen dejan paso al fútbol.