El ascensor llegó tarde
La UEFA ha abierto expediente a Arnautovic por insultar a un rival. No es la primera ni la segunda que arma
Quizá uno de las mejores épocas para ganarte a tu entrenador es en la pretemporada, que es cuando aún no sabe nada de ti. En la pretemporada del Inter de 2009, el austriaco Arnautovic tenía 20 años y había sido fichado por Mourinho. En la gira, se levantó tarde y..: «Como estaba en el piso 75, el ascensor tardó muchísimo en llegar. Llegué tarde a desayunar y pensé que Mourinho me iba a matar. Discutimos un poco y ese día me entrené solo». Hay más: «Una vez en casa, en Milán, pensé que el entrenamiento sería por la mañana. A primera hora de la mañana me dirigí al centro de formación, pero me pareció extraño que no hubiera coches allí. El entrenamiento era por la tarde. Mourinho, que estaba allí con todo el personal, empezó a aplaudir y a reír. «Has llegado cinco horas antes de la sesión de entrenamiento, ‘‘¡felicidades, así me gusta verte!”, me dijo», contaba Arnautovic. Y Mourinho le regaló un reloj. «Mou fingía que tenía un montón de problemas por nuestra culpa, pero al final ha tenido que admitir que ha pasado los momentos más divertidos de su carrera cuando nos entrenaba a nosotros», decía Balotelli cuando recordaba aquellos tiempos. Porque sí, Mou hizo campeón de Europa al Inter y tuvo que lidiar con Balotelli y Arnautovic. «Es capaz de hacerme pasar por la persona más aburrida del mundo», dijo Balotelli a la prensa inglesa cuando su amigo fue fichado por el Stoke City.
Arnautovic ha sido uno de los primeros protagonistas del torneo por marcar un gol de Austria a Macedonia del Norte y celebrarlo con todo el rencor posible frente a un rival. La UEFA le ha sancionado con un partido así que no estará ante Países Bajos.
Arnautovic tiene una colección de «antecedentes» que van desde lo delictivo: pegarse en un entrenamiento, una pelea en un bar o discutir con la policía por una multa; hasta otros ante los que imagino a Mourinho y otros entrenadores encogiéndose de hombros sin encontrar la respuesta adecuada. Una vez Etoo, con quien también coincidió en el Inter, le prestó su cochazo deportivo. deportivo. Un día fue a cenar, lo dejó en la calle y se lo robaron. Por suerte, apareció.
Según él, los años y la paternidad le han cambiado el carácter y ya no es el futbolista que cuando le preguntan por su mujer ideal asegura que es una que tenga tatuajes y pechos de silicona. Cuando se publicó esa frase, negó haberlo dicho. No esperaba, sin embargo, que hubiese una grabación en la que se oía con claridad que esos eran sus gustos.
Ha jugado la última temporada en China y en una entrevista antes le preguntaron cómo había pasado la cuarentena. Entonces sucedió lo inesperado. No una broma o algo fuera de lugar. Se derritió: confesó que había estado meses sin poder salir y por tanto sin poder ver a su mujer y a sus hijos y mientras contaba el dolor que le había provocado esa distancia, se puso a llorar.