«Mesa bilateral»: Indulto al Estatut que el Constitucional tumbó
Con la liberación de los presos independentistas al caer, Gobierno y Generalitat iniciarán un diálogo que planteará rescatar puntos anulados por el Tribunal Constitucional
El proceso del Estatut y los indultos guardan una similitud: ambos han contado con los mismos actores protagonistas (PSOE-PSC y Esquerra) y han contado con el mismo rechazo (el PP ha organizado campañas de recogidas de firmas y protestas contra sendas iniciativa). Ambos, también, se han convertido en un punto de inflexión para Cataluña: para muchos, el texto legal se convirtió en el desencadenante del «procés» y, para muchos, la medida de gracia para liberar a los presos independentistas puede erigirse en la principal vía de salida a la maraña política catalana.
Si bien, el problema político que arrancó con un Estatut también puede concluir con la elaboración de un nuevo Estatut ya que es un escenario que contemplan en el PSC, aunque con contenidos distintos –a pesar de que, incluso el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero ha llegado en los últimos años a pedir volver al de 2006– ya que algunos de los 14 puntos anulados por el Tribunal Constitucional han quedado ya muy desactualizados. En las filas de los socialistas catalanes, en todo caso, defienden, como punto de partida para negociar con la Generalitat –a expensas de los planes que desvele mañana Pedro Sánchez en su conferencia en Barcelona–, el documento de 44 puntos que el presidente del Gobierno llevó a la «minicumbre» de Pedralbes celebrada en diciembre de 2019, que incluía puntos relacionados con la crisis política, la financiación autonómica o cuestiones sociales.
Asimismo, ayer mismo, el ministro de Política Territorial y primer secretario del PSC, Miquel Iceta, aludió a la Declaración de Barcelona (sellada entre PSC y PSOE en 2017) como punto de apoyo también para la negociación con la Generalitat en la mesa de diálogo. Lo que los socialistas rechazan rotundamente es cualquier acuerdo que incluya un referéndum de autodeterminación o una amnistía, como piden los independentistas. Su propuesta se puede resumir, principalmente, en dos puntos: mejorar el autogobierno con más competencias y revisar la financiación para dotar a Cataluña de más recursos.