Plebiscito al primer mandato de Macron
¿Qué está en juego en las regionales de Francia?
A menos de un año de la elección presidencial, son unas elecciones regionales y departamentales con intereses nacionales. Sirven, en primer lugar, como referéndum sobre la Presidencia de Macron; en segundo lugar, como barómetro del estado de ánimo de los franceses sobre la salida del coronavirus; y en tercer lugar, como una oportunidad para que algunos aspirantes a la Presidencia fortalezcan su base regional como plataforma de lanzamiento para una candidatura presidencial. El partido joven de Macron no puede esperar ganar en ninguna región; su ambición más realista es mantener el equilibrio de poder en una o dos regiones. Los Republicanos de centro derecha y los socialistas, aunque muy debilitados a nivel nacional, controlan todas las regiones. El desafío al que se enfrentan no proviene del partido de Macron, sino de la extrema derecha, que se ha beneficiado de una campaña centrada menos en cuestiones regionales como la infraestructura de transporte y las escuelas secundarias que en cuestiones nacionales como la ley y el orden y la inmigración.
¿En qué momento afronta el partido de Le Pen las presidenciales?
Su partido nunca ha llegado al poder en ninguna región, ni en ninguno de los departamentos más pequeños y numerosos. Ha gobernado solo una serie de ciudades. Estas elecciones ofrecen al partido la posibilidad de tomar el control de al menos una de las 12 regiones continentales de Francia. En 2015, el partido de Le Pen ganó la primera vuelta en seis regiones antes de perder frente a la cooperación entre partidos en la decisiva segunda vuelta. Ese llamado «frente republicano» contra el FN ya no es una táctica favorecida por los partidos principales y puede dar a RN la oportunidad de ganar contra una oposición dividida, especialmente si la abstención es alta. Podría decirse que tal victoria es más probable en la región sur de ProvenzaAlpes-Costa Azul. La victoria en cualquier región promovería la progresiva institucionalización de RN y su cultivo de una nueva élite gobernante. También impulsaría el desafío presidencial de Le Pen, ya que las encuestas predicen que ganará la primera vuelta y se desempeñará mucho mejor en la segunda (nuevamente contra Macron) que en la última contienda presidencial.
¿Cómo están los socialistas y la derecha tradicional preparando sus estrategias para 2022?
Los partidos tradicionales aún tienen que recuperarse de las derrotas infligidas por Macron. Los socialistas ahora representan un partido minoritario dentro de una izquierda francesa críticamente fragmentada. Conservan bastiones en regiones, departamentos y pueblos, pero tienen un liderazgo nacional débil y un programa que no logra conectar con los votantes. Los Republicanos están divididos entre los que se inclinan a cooperar con Macron y los que están más en sintonía con Le Pen.