El servicio de empleo, en jaque en verano si no siguen los interinos
Los sindicatos avisan de que el SEPE no tendría personal ni para cuadrar las vacaciones
Máxima tensión en la plantilla del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) ante la inacción por parte del Ministerio de Función Pública para la renovación de los 2.135 trabajadores temporales contratados durante la pandemia, que a falta de 10 días para terminar sus contratos continúan sin saber qué será de su futuro. El Ministerio de Miquel Iceta no cede a las presiones y mantiene una hoja de ruta que está poniendo contra las cuerdas la operatividad del servicio. «Aún hay tiempo, seguimos trabajando para resolver esta situación de la mejor manera posible. Esta semana habrá una decisión al respecto, y será la mejor posible para el SEPE».
Pero trabajadores y sindicatos denuncian que la situación es insostenible y temen que una gran parte de los 2.135 contratados temporales durante la pandemia sea despedidos. La Dirección General de Función Pública baraja no renovar a una parte de este colectivo. En concreto, a los 1.500 temporales incorporados para servicios administrativos relacionados con la pandemia, pero que no tienen una plaza adscrita a su puesto, sino que son de creación especial para un cometido concreto. Las únicas plazas aseguradas hasta el 30 de septiembre -a falta de confirmación oficial- son los 635 puestos adscritos a la oferta del Plan de Estabilización de Empleo Temporal, cuya convocatoria de plazas se publicó en el BOE del 28 de mayo para estabilizar 1.367 puestos, que consolidarían al personal temporal en una plaza fija tras superar los exámenes de la convocatoria. Por esta razón, la Dirección General estaría obligada a que los trabajadores que ocupan ahora parte de esas plazas sean renovados el 1 de julio hasta que se celebre la fase de oposición.
Ante la posibilidad de que 1.500 de estos interinos salgan en diez días, los sindicatos denuncian que los tres ministerios implicados en la renovación de estos trabajadores -Trabajo (del que depende el SEPE), Función Pública (del que dependen los empleados) y Hacienda (que debe autorizar la partida económica)- han mostrado una «clara dejación de funciones», manteniendo una «presión innecesaria y terrible» tanto para los interinos implicados como para el resto de la plantilla, que ni siquiera puede organizar sus vacaciones, critican desde el sindicato CSIF. Ahora mismo se mantiene un cuadrante de libranzas que ni siquiera saben si se va a poder llevar a cabo, porque su cumplimiento depende directamente de estas renovaciones.
Si finalmente Función Pública y Hacienda decidieran prescindir de estos interinos, difícilmente se podrán cubrir las necesidades y los servicios de este departamento. «Si ya con estos 1.500 interinos tenemos un sobretrabajo del 300%, cómo vamos a poder realizar nuestra labor si prescinden de ellos y una parte de la plantilla se va de vacaciones. Es increíble que a estas alturas de mes ni siquiera sepamos con qué plantilla se puede contar. Es otro despropósito más que sumar a una larga lista de desprecios hacia los trabajadores del SEPE», dicen.
La Dirección General de este organismo volvió a reiterar la semana pasada a los ministerios implicados que comunicaran ya cuál era su decisión, para poder adoptar las medidas pertinentes para salvaguardar su operatividad. Pero la respuesta fue la misma que la semana anterior: «La decisión se tomará en breve».
Desde CSIF advierten de que muchos departamentos se quedarían prácticamente bloqueados en varias provincias, ya que la escasez de personal en algunas de ellas, pese a los refuerzos, «es un problema endémico» y en verano se quedarían prácticamente sin efectivos por las vacaciones. En esta situación estaría hasta un 30% de las delegaciones provinciales del organismo. Por ello, CSIF ha vuelto a reclamar que «se mantengan estos puestos mientras sea necesario por las elevadas cargas de trabajo y la operatividad del servicio». Se duda incluso de que se pueda efectuar en fecha el pago de las prestaciones por desempleo y subsidios, las altas y bajas en el paro o los ERTE de miles de trabajadores.