Red Bull se la juega a Mercedes
Triunfo de Verstappen. Alonso, octavo y Sainz, undécimo
El circuito de Paul Ricard, escenario del Gran Premio de Francia de Fórmula Uno, se encuentra en una zona montañosa al sur del país, de acceso incómodo, cerca de Marsella y Niza y con unas condiciones climáticas muy cambiantes. Ayer por la mañana llovió, el cielo se nubló y la temperatura de la pista bajó. Llegó la hora de la carrera y, aunque la lluvia parecía descartada, el cambio de temperatura cogió desprevenidos a todos los equipos y la degradación de los neumáticos se convirtió en una pesadilla que afectó a todos y estropeó cualquier planificación.
Verstappen y Hamilton se jugaban la victoria y ganó el que más arriesgó. El holandés se equivocó en la salida y cedió el primer puesto, pero en el juego de las paradas en boxes Red Bull salió por delante del inglés cuando el de Mercedes regresaba a pista después de sustituir ruedas. Todo parecía destinado a jugarse el triunfo en una bonita pelea cuerpo a cuerpo y con los neumáticos en las últimas. Pero no fue así. Red Bull decidió parar de nuevo, arriesgó y Verstappen hizo el resto recortando la distancia de 15 segundos que perdió con su rival, que se mantuvo en pista. Las últimas vueltas fueron agónicas hasta que el holandés alcanzó a Hamilton y le dio una pasada que casi le quita las pegatinas del casco. Mercedes se equivocó, no midió bien el desgaste de las ruedas, no hizo caso a sus pilotos y no supo o no quiso cambiar sus estrategias marcadas el día anterior. Y eso a pesar de que todos los cálculos reflejaban que en esas circunstancias era mejor parar dos veces. Además, Bottas, que era segundo, no supo parar a Verstappen en su escalada y se limitó a ser una mera comparsa. Es decir, no supo ejercer el papel para el que está contratado. Puede que sus ruedas estuvieran mal… pero igual que las del resto de pilotos. Ahora la igualdad es máxima y la lucha por el título estará muy cerrada. Tanto en el mundial de pilotos como el de constructores.
Los españoles corrieron suerte muy distinta. Tal y como apuntaba Fernando Alonso, la carrera de Francia marcaría un antes y un después para Alpine. El coche fue mejor, el asturiano peleó con los Ferrari y McLaren y se le vio más competitivo. Acabó octavo y lo hizo muy por delante de su compañero Ocon, que fue décimo cuarto. Las cosas parecen volver a su sitio, a lo esperado por todos, y eso que las modificaciones en la dirección del coche solicitadas por el asturiano no se han podido hacer en su totalidad como esperaba el español. El octavo lugar es el puesto natural por el rendimiento del coche en 2021 a la espera del monoplaza del próximo año. Peor estuvo Ferrari. Sainz arrancó quinto y terminó undécimo.
El equipo «energético» manejó mejor el inesperado desgaste de las ruedas y cambió su estrategia a tiempo
La degradación de ruedas mató a los monoplazas rojos en la última parte del Gran Premio y ambos coches quedaron fuera de los puntos porque su compañero Leclerc fue décimo sezto. Desastre total y no se esperan mejoras en las próximas semanas. La F-1 no descansa y la próxima semana disputa la primera de las dos carreras consecutivas que se celebrarán en Austria.