Posibilitó una «legalidad paralela»
Forcadell, que resultó clave para sacar adelante las leyes de desconexión como presidenta del Parlament, renunció ante el juez Pablo Llarena, instructor del «procés», a reincidir en la vía unilateral. No podrá delinquir de nuevo durante un periodo de cuatro años.
En los expedientes en los que avala la medida de gracia, el Ejecutivo de Pedro Sánchez hace hincapié en que el encarcelamiento de los políticos independentistas ha condicionado de forma negativa «las relaciones entre Cataluña y el resto de España», obstaculizando «la superación del conflicto existente».
De hecho, fuentes del Gobierno insistían ayer en que se había llegado a «un callejón sin salida» y que el indulto es «el primer paso» para «restablecer la concordia» las «relaciones afectivas» entre Cataluña y el resto de España en la medida en que la medida «añade un plus a la convivencia»
«Votó sistemáticamente » a favor de la admisión de las leyes de desconexión «y abrió la posibilidad de que se incumplieran las normas constitucionales, estatutarias y legales, así como las resoluciones judiciales judiciales que pretendían restaurar la legalidad», resaltó el tribunal en la sentencia del «procés». «Hasta llegar a la celebración del referéndum la actividad parlamentaria tuvo como complemento toda una serie de actos reglamentarios dirigidos a hacer posible lo que el Tribunal Constitucional había declarado ilegal », incidió la Sala. Asumió, en definitiva, «un decidido protagonismo en el concierto delictivo ideado por los acusados» e «incumplió de forma reiterada y contumaz» las resoluciones del TC. «Hizo posible, desde su privilegiada posición de presidenta del Parlament, la creación de una legalidad paralela carente de validez».