La Razón (Cataluña)

Pemán, Kichi y un soneto de Paco Rabal

Carta abierta del nieto de José María Pemán al alcalde de Cádiz tras la retirada de la placa con el nombre del escritor y poeta

- Manuel Guerrero Pemán es licenciado en Derecho y empresario

Como escribió el ruso Lev. N Tolstoi, candidato al Premio Nobel de Literatura a principios del siglo XX, «todas las familias felices se parecen, pero las familias infelices lo son cada una a su manera». Justamente esto es lo que está pasando hoy día con José María Pemán. Nosotros, nuestra familia, que tuvimos la suerte de vivirlo en su profundida­d, conociéndo­lo intensamen­te, su manera de ser, su honestidad, su pensamient­o, nos llevamos las manos la cabeza y pensamos con sinceridad que están hablando de otra persona.

Pemán era ante todo un monárquico liberal como él decía: «Soy de Cádiz y en mi tierra hay un ambiente liberal por naturaleza; un liberalism­o moderado, un liberalism­o educado, y en Cádiz, hay un momento en que empezó todo, porque empezaron las Cortes, el parlamenta­rismo, la Constituci­ón, el socialismo, la masonería, el romanticis­mo y hasta la lotería». Decía Pemán que hasta la opinión pública se formaba en Cádiz, cuando la gente paseaba por la calle Ancha comentando las cosas que se habían discutido en las sesiones de las Cortes.

Me decido a escribir estas letras ante lo que está pasando en Cádiz en la calle Isabel la Católica, donde acaban de retirar la placa de Pemán. Veo en toda la Prensa nacional la aberración que se está cometiendo y la indignació­n de tantas personalid­ades que conocen bien la historia y la verdad sobre una persona leal y honesta. La ley de la memoria histórica del presidente Zapatero parece que sirve como telón de fondo y excusa para hacer que las mentiras, las injurias y las calumnias, sirvan para distorsion­ar la historia y cambiar reputacion­es solventes en escasos minutos.

Recuerdo muy bien el martes, 20 de Junio de 2017, con motivo de la celebració­n del 150 aniversari­o del «Diario de Cádiz», almorzamos con el Rey, en la mesa estuvo el Alcalde de Cádiz, José María Santos «Kichi», y salimos fuera del comedor los dos a fumar un cigarrillo. Le agradecí en aquel momento el respeto y el afecto hacia Pemán. Eran momento difíciles pues la alcaldesa de Jerez (otro personaje) había quitado la estatua del Teatro Villamarta. Kichi delante de otras personas, testigos de la conversaci­ón, dijo: «Para nosotros Pemán es el embajador de Cádiz, de las letras y la historia. Contará siempre con nuestra admiración y respeto». Sinceramen­te, me emocioné, y lo abracé, por ese reconocimi­ento en «tiempos de pandemia».

Más tarde hablamos y yo creo que lo único que conocía de Pemán eran algunas letrillas que a través de los años había escrito el poeta para coplas de los carnavales. Después de aquellas frases tan contundent­es que dijo de Pemán, en un acto de desagravio que se organizó en Jerez, yo hasta me atreví a ponerlo de ejemplo como hombre serio y de conviccion­es firmes.

¿Qué ha podido pasar, Sr. alcalde, en estos cuatro años?

Pemán sigue descansand­o en la Catedral de Cádiz junto a su amigo Manuel de Falla. Y posiblemen­te estará en la gloria, muy divertido con las cosas que se hacen y se dicen aquí, en su «tacita de plata». Quiero pensar que no nos estamos refiriendo al mismo Pemán, al del chiste que contaban del Beni de Cádiz, que cuando pasaba por la calle Isabel la Católica, con el cojo Peroche, le preguntaba sobre el texto de la placa que pondrían en su casa cuando muriera, y el colega le contestó … «Se vende».

Venda Ud. Sr. alcalde cosas coherentes, no cambie de opinión, pues ya la historia está hecha y en estos cuatro años no ha cambiado. Si ustedes pretenden cambiarla no lo van a conseguir con este tipo de actos infames e injustos que hieren el sentimient­o, aunque usted no se lo crea, de muchos gaditanos y españoles de bien.

El liberalism­o monárquico, el buen hacer y la honestidad de Pemán no lo va a cambiar, si es del mismo Pemán, al que yo me estoy refiriendo. Un Pemán católico, gaditano de bien, poeta, articulist­a y muchas cosas más, que estuvo nominado para el Premio Nobel de Literatura dos años y que es un orgullo de muchos españoles de bien.

Y termino, Sr. alcalde. Paco Rabal, al que estoy seguro que usted conocería bien y admiraría, se atrevió en el centenario de su muerte a escribirle un soneto, que quizás usted no conoce porque no ha sido dicho en ninguna chirigota, a las que quiero y respeto.

Este soneto lo dice todo, le sugiero que lo medite.

A Don José María Pemán (sin más demora)

Yo le quise a Pemán por liberal, / Por su oratoria ágil, su escritura, / Por su enorme bondad, por su ternura, / Por su generosida­d, por su leal / Entrega a sus ideas, por su cordura, / Por su gracia andaluza, por su sal, / Porque le dio una mano a Paco Umbral, / Al dramaturgo Sastre, a la cultura. / Fui su Edipo, su Tyestes, Marco Antonio, / Y me puso de pie en el escenario, / Y soy de sus virtudes, testimonio. / No quiero ver pasar su centenario, / Pues siendo yo de izquierdas, «un demonio», / Él me abrazó rabioso y solidario. Francisco Rabal (Firma) Madrid 15 de mayo de 1997

Todo está dicho en un simple soneto Sr. alcalde: liberal, oratoria ágil, escritura, bondad, ternura, leal entrega a sus ideas (monárquica­s), cordura, gracia andaluza, sal, cultura y solidario.

¿Se le olvidó a Rabal algún adjetivo, Sr. alcalde?

O mejor dicho, Kichi, ¿en qué Pemán estás pensando?

 ??  ?? Manuel Guerrero Pemán, delante de un retrato de su abuelo, el escritor José María Pemán
Manuel Guerrero Pemán, delante de un retrato de su abuelo, el escritor José María Pemán

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain