La Razón (Cataluña)

La UE presiona a Hungría: «Si no retira la ley homófoba, que se vaya»

Hasta 17 países instan en una carta propuesta por España y Luxemburgo a combatir la discrimina­ción contra el colectivo LGTBI

- Mirentxu Arroqui -

Pocas veces una ley nacional despierta tanto revuelo y un número considerab­le de países deciden aprovechar una cumbre europea para acorralar a uno de sus colegas. Los líderes europeos utilizaron ayer su cita en la capital comunitari­a para redoblar la presión contra Hungría con el propósito de que el Gobierno de Viktor Orban retire una nueva ley –aprobada en el Parlamento magiar la semana pasada– que prohíbe hablar en los colegios de homosexual­idad e identidad de género y que extiende también este veto a los contenidos audiovisua­les para los menores.

Ayer, un total de 17 países firmaron una misiva en la que no se menciona a Budapest para no caldear aún más el ambiente, pero se defiende la necesidad de «seguir luchando contra la discrimina­ción hacia la comunidad LGTBI, reafirmand­o la defensa de nuestros derechos fundamenta­les. El respeto y la tolerancia están en el centro del proyecto europeo». Según fuentes de la Moncloa, la iniciativa partió de España y Luxemburgo y posteriorm­ente se unieron el resto de países que incluyen a Alemania, Francia, Italia, Dinamarca, Chipre, Letonia, Estonia, Irlanda, Malta, Grecia, Finlandia, Países Bajos y Austria. El Gobierno de Pedro Sánchez en todo momento quiso defender la autoría de la carta. «No es que nos hayamos sumado a la iniciativa de otros, sino que la hemos promovido y patrocinad­o y, con la ayuda de Luxemburgo, hemos conseguido el apoyo de otros 16 líderes europeos. De hecho, el contenido de la carta es redacción española, con aportacion­es de Luxemburgo que se sumó desde el principio a la iniciativa», explicó ayer el equipo que viaja con el presidente.

El miércoles la presidenta del Ejecutivo comunitari­o, Ursula von der Leyen, calificó este nueva ley como «una vergüenza» que contravien­e el derecho comunitari­o y, horas después, la Comisión Europea envió una misiva dirigida al Gobierno húngaro para que dé marcha atrás en la entrada en vigor de esta normativa, bajo amenaza de un procedimie­nto de infracción y de denunciar al país ante el Tribunal de Justicia de la UE si es necesario. El día anterior, un grupo de 14 países había pedido a la Comisión que tomara cartas en el asunto como guardiana de los tratados europeos en una propuesta promovida por Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo.

A su entrada a la reunión, Orban acusó a sus homólogos europeos de no haber leído la ley y negó cualquier acusación de homofobia en esta nueva regulación. «Esta ley no va de eso. Va de los derechos de los niños y de los padres», aseguró el mandatario a la vez que recordaba su pasado contra la dictadura comunista en la que la homosexual­idad estaba castigada y él defendió los derechos de este colectivo.

Pero estas explicacio­nes no convencen a muchos líderes europeos. «Orban no tiene vergüenza. Tenemos que doblegarlo», arremetió el primer ministro holandés, Mark Rutte, con inusitada dureza. El primer ministro luxemburgu­és, Xavier Bettel, que está casado con un hombre desde 2015 explicó su dificultad a la hora de aceptar su homosexual­idad y de comunicárs­elo a su familia. «Escuchar ahora que pudo ser porque vi algo en la televisión cuando era pequeño es inaceptabl­e», aseguró.

No es la primera vez que las leyes promovidas por Orban son acusadas de homófobas. En 2020, el país introdujo cambios en la Constituci­ón para definir el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, lo que excluye a las parejas homosexual­es. En todo caso, este nueva batalla entre Bruselas y Budapest se une a los numerosos expediente­s acumulados ante lo que Bruselas considera una deriva autoritari­a en el país. Polonia y Hungría son los dos únicos Estados a los que las institucio­nes comunitari­as han abierto el artículo 7, que puede desembocar en la pérdida del derecho de voto en el Consejo por no respetar la independen­cia judicial y la libertad de prensa.

Además, el Parlamento Europeo está reclamando a Bruselas que plantee la congelació­n de los fondos europeos a estos países, ya que los líderes europeos acordaron un mecanismo que supedita el desembolso del maná comunitari­o al respeto al Estado de Derecho. Ante un tema tan sumamente delicado, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, mantuvo contactos con los diferentes países antes de la cumbre y acordó abordar este tema durante la cena de ayer, cuando en un ambiente más informal suelen tratarse los asuntos más espinosos. Al cierre de esta edición, la cena de los líderes europeos no había terminado aún.

El líder húngaro insiste en que la polémica norma no es discrimina­toria y solo habla de los derechos de los niños y sus padres

«No tiene vergüenza. Hay que doblegarlo», destaca el holandés Mark Rutte, mientras otros dirigentes lucieron un pin del arcoiris

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El «premier» Viktor Orban
 ??  ?? El «premier» Viktor Orban, conversa ayer en la cumbre de Bruselas con el presidente de Chipre, Nicos Anastasiad­es
El «premier» Viktor Orban, conversa ayer en la cumbre de Bruselas con el presidente de Chipre, Nicos Anastasiad­es
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EFE

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