La Razón (Cataluña)

«¿Por qué van a mover a mi familia ahora?»

El Gobierno ya tiene licencia para abordar la exhumación de 60 de las víctimas en el Valle de los Caídos, pero 216 familias se oponen

- A. Bartolomé - Madrid

El Ayuntamien­to de San Lorenzo de El Escorial ha aprobado la solicitud de licencia urbanístic­a para los trabajos de consolidac­ión de las criptas y la posterior exhumación e identifica­ción de los restos inhumados en las criptas de la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos reclamados por las familias de sesenta de las 33.847 víctimas que yacen en Cuelgamuro­s. Así lo ha anunciado el Gobierno, aunque fuentes de la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos matizan que el permiso es «para acometer el afianzamie­nto técnico de las criptas» y en una posterior intervenci­ón «trabajar en los osarios» donde se encuentran enterrados los restos.

La petición, que formuló el Gobierno el 12 de abril a través de Patrimonio Nacional, permitirá que «próximamen­te» comiencen los «trabajos de exhumación e identifica­ción» porque, en palabras de la vicepresid­enta Carmen Calvo, «es de justicia que puedan recuperar su dignidad».

La solicitud se presentó después de que el Consejo de Ministros aprobase el 30 de marzo un real decreto del Ministerio de la Presidenci­a, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrátic­a para regular la concesión de una subvención de 665.000 euros para financiar la intervenci­ón, que comenzará en el tercer nivel de columbario­s de la cripta del Santo Sepulcro, una de las que rodean el altar junto al que estuvo enterrado Franco hasta hace dos años.

El proyecto aprobado da vía libre la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos para llevar a cabo las obras de acceso y afianzamie­nto del paso al interior de los distintos niveles de las criptas.

«Los trabajos son de una complejida­d técnica extrema», según Pablo Linares, que representa en nombre de la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos a 216 familias que se oponen a la intervenci­ón. De ellas, 70 han presentado formalment­e su rechazo ante Patrimonio Nacional, 15 ayer mismo. Su argumento es que con las tareas que van a iniciarse «tendrán que mover cajas», con el peligro peligro de mezclar o perder restos. Algunos de esos familiares «son nonagenari­os», apunta Linares, «alarmados por la noticia de que comenzaban las exhumacion­es».

Isidro Jiménez, de 91 años, uno de ellos, tiene nueve parientes enterrados­en Cuelga muros. Primos, tíos, padres, hijos, asesinados en la retaguardi­a durante la Guerra Civil en su pueblo, Quintana de la Serena (Badajoz). «Como en tantos pueblos de España, los milicianos se cargaban a todo el que no era como ellos. Por ser católico, abogado, farmacéuti­co,… y eso fue lo que les pasó», cuenta a LA RAZÓN Josefina, su hija. «Así era habitualme­nte». Asegura que «conocer cómo se hizo el traslado de caídos al Valle cambia mucho el concepto. Todo lo que se está haciendo está montado sobre una farsa». «En primer lugar», dice, «los traslados no eran como lo están contando. Todos los que se llevaban allí tenían su autorizaci­ón». Recuerda que «durante años estuvieron buscando a las familias de los caídos, muchos de ellos desconocid­os, y con buen criterio, para no dejarlos en las fosas o en las cunetas , tanto como dicen ahora, los llevaron al Valle para darles un enterramie­nto digno. Para siempre, se supone».

A los 20 años del fin de la guerra, cuando acabaron las obras, se procedió a ubicarlos en las criptas. «Mis familiares, que estaban enterrados en el cementerio del pueblo, fueron trasladado­s con el consentimi­ento de la familia, a la que se consultó previament­e, como se hizo con todas las demás. Y si una no daba el consentimi­ento, esos caídos se quedaban donde estaban; se respetaba. ¿Por qué no ahora, que son tan respetuoso­s, según dicen? ».

En otros casos «no se localizó a ningún deudo por diversas circunstan­cias, pero sí hubo traslado. ¿Van a venir 85 años después a reclamar lo que tenían que haber pedido los familiares entonces, como si tuvieran todo el derecho del mundo?», se pregunta. «Eso no es así; además hay quien reclama cuando la madre, el hijo o el hermano sí autorizó el traslado. Y mis familiares, que tienen su autorizaci­ón, ¿por qué los van a mover?».

Para Josefina, «esto no se hace por una voluntad, esto es política. La mayoría que lo pide ni siquiera sabe si están allí o no, porque no se sabe, tienen que hacer el ADN de los restos, están muchos mezclados. No es tan sencillo».

Aunque se trata de «buscar los restos de otros», denuncia Jiménez que «para llegar a ellos tendrán que mover a los que están por encima, delante o por debajo».

Por su parte, Pablo Linares avisa de que si las «actuacione­s fueran diferentes a las meramente técnicas de afianzamie­nto de los osarios» y «tuviéramos constancia de manipulaci­ón de restos o traslado», la asociación «interpondr­ía cuantas medidas legales fueran necesarias contra quien pudiera tener responsabi­lidad, desde altas autoridade­s del gobierno, al último técnico u operario que intervenga». Josefina Jiménez apoya «un recurso, lo que haga falta» para defender la memoria de su familia.

El permiso es para «afianzar» las criptas. Las familias que se oponen interpondr­án medidas legales si se hace otra cosa

 ?? CIPRIANO PASTRANO ?? Casi 34.000 víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura están sepultadas en las criptas del Valle de los Caídos
CIPRIANO PASTRANO Casi 34.000 víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura están sepultadas en las criptas del Valle de los Caídos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain