«EN LA AGENDA DEL ESTADO ESTÁN LOS INDULTOS, LA AMNISTÍA Y LOS PRESOS»
ElEl 15 de octubre de 1977 se promulgó la ley de amnistía. Se acordará usted del lema «libertad, amnistía y estatuto de autonomía», que se coreaba en el tardo franquismo, y al que los fachas de la época respondían con «ni amnistía ni perdón, ETA y FRAP al paredón», que, a mi humilde juicio, dejaba pocas dudas sobre el marco general de la discusión. El 2 de noviembre de aquel mismo año, menos de un mes después de la promulgación, tres etarras asesinaban por la espalda a don José Díaz Fernández, sargento de la Policía Municipal de Irún; el 26 del mismo mes caía en Pamplona, también tiroteado por la espalda, el comandante Joaquín Imaz Martínez, en Pamplona, y el 16 de diciembre, en Irún, sus viejos compañeros de la banda mataban a Julio Martínez Ezquerro, concejal de Alianza Popular. Por supuesto, todo en nombre de la patria vasca, del socialismo y de la autogestión. Seguro que en aquellos días debieron ustedes partirse de la risa al leer el preámbulo justificativo de la ley de Amnistía... Pero lo que importa es que, al final, su banda fue derrotada política y policialmente, los asesinos que pillamos se han comido varias décadas de maco y, lo que es más satisfactorio, individuos como usted se han convertido en entusiastas colaboradores del Gobierno central, cuya agenda, es sabido, tiene algunas limitaciones de orden constitucional para acceder a las concesiones que usted pide a cambio de su apoyo parlamentario, que algunos, cuando toca chapar la celda, consideran que ha vendido muy barato, pero que muy barato.