«Descalzos por el parque, o el amor según Fonda y Redford
Si uno se enfrenta a estas imágenes, rodadas para gloria del Technicolor, pareciera haberse rodado hace menos de una década, pero lo cierto es que el Central Park que vemos en «Descalzos por el parque», película dirigida por Gene Saks, tiene ya más de medio siglo. Estrenada en 1967, con el gran atractivo que era para la época ver a Robert Redford y Jane Fonda hacer de tortolitos por el pulmón verde de
Nueva York, la película es el lugar cinéfilo al que siempre vuelve la joven actriz Anna Castillo («La llamada»). La intérprete, que elige su clásico presentando «La vida era eso» antes de su estreno este verano, también estará presente en las próximas «Donde caben dos» y «Girasoles silvestres», a las órdenes de Jaime Rosales.
«Mi primer contacto con la película fue de pequeña. Por alguna razón, no sé todavía por qué, la encontré y la vi en bucle varias veces. Tampoco es que crea que, objetivamente, sea una de esas que se estudian en las escuelas, pero la guardo en un lugar muy bonito», explica la intérprete para justificar su elección, antes de continuar: «A quien no la haya visto, le diría que corriese a buscarla, porque es posible que conecte de inmediato con ese color, esos actores y ese tiempo, y que se puede enamorar de un cine, quizá un poquito más antiguo, que no está acostumbrado a ver», añade.
Adaptada desde un exitoso musical de Broadway protagonizado por el propio Redford, el anecdotario del filme pasa inequívocamente por España: hastiado de Hollywood y del fracaso comercial de «La jauría humana», también con Fonda, Redford decidió refugiarse en la costa valenciana. Solo la llamada del guionista y amigo Neil Simon le sacó del ostracismo y le devolvió al cine para que rodara esta película y aceptara una de la que nunca se arrepentiría: «Dos hombres y un destino».
«A quien no la haya visto, le diría que es posible conectar con su tiempo y su color, y enamorarse de ese cine», explica la actriz Anna Castillo